Ruta 18 Día 9: Área Escénica de los Lagos Ronghu y Shanhu, y vuelo a Hong Kong

El último día en Guilin nos levantamos sin poner la alarma, por primera vez en este viaje. Lo que quiere decir que no nos levantamos para nada temprano. Desayunamos en el mismo hostal, hicimos check out y dejamos las maletas en la recepción. El plan era ir al área escénica de los lagos Ronghu y Shanhu que se encontraba a apenas pasos del hostal. En el Lago Shanhu es donde se encuentran las Pagodas del Sol y la Luna así que podríamos verlas de día.

Nos fuimos caminando y en menos de 15 minutos ya habíamos llegado al Lago Ronghu. Ese lago tiene un paseo que se construyó encima del lago, estilo puente, el cual recorrimos y nos llevó hasta la isla que se encuentra en medio del lago. En la pequeña isla vimos varios edificios antiguos y pabellones. Allí se encontraban varias personas pasando un rato agradable bajo la sombra de los árboles y del techo de los pabellones. No hay forma de llegar al otro lado del lago desde la isla, así que nos tocó regresar por el mismo paseo que habíamos caminado. Vimos varios puentes en el lago, incluyendo los Puentes Gemelos y el Puente de Cristal.

Los Puentes Gemelos nos llevaron al otro lado del lago y caminamos bordeándolo hasta llegar al Lago Shanhu. El Lago Shanhu está separado del Lago Ronghu por un puente llamado Puente Sun. A orillas del lago nos paramos un rato a tomarle fotos a las Pagodas del Sol y de la Luna. A ambas pagodas están abiertas al público y hay un túnel bajo el lago, tipo acuario con paredes de cristal, que conecta ambas pagodas. Nosotros no teníamos mucho tiempo y nos tuvimos que conformar con la vista que tuvimos desde la orilla del lago.

Nos regresamos al hostal, buscamos el equipaje y volvimos a usar la aplicación Didi para pedir un taxi hasta el aeropuerto. La ruta desde el hostal hasta el aeropuerto fue de 45 minutos y el taxi nos salió en ¥105. Registramos las maletas y pasamos por migraciones donde nos poncharon la salida del país en el pasaporte. El vuelo salió a las 4:35pm y a las 6:00pm estábamos aterrizando en Hong Kong. Volamos con Cathay y nos dieron en el vuelo una bolsita que parecía de regalo y adentro tenía agua, galleta y un chocolate Toblerone.

En Hong Kong nos tardamos casi dos horas en el aeropuerto porque como veníamos de China tuvimos que pasar por migración. Recogimos las maletas y compramos la tarjeta Octopus para poder usar el metro. De una vez la pedí con una recarga de HK$500 para no tener que recargarla otra vez durante los dos días que iba a estar en el país. Lo bueno es que si te sobra dinero en la tarjeta te lo devuelven al entregar la Octopus Card.

Nos fuimos en el metro hasta la estación Tsim Sha Tsui que quedaba a unos pasos del hotel Legend Guesthouse el cual ya habíamos reservado. Hicimos check in y al abrir la puerta del cuarto nos encontramos con el cuarto de hotel más pequeño que jamás haya visto en mi vida. Y del baño ni se diga, basta con decir que te podías duchar mientras usabas el inodoro.

Aunque estábamos cansados por el largo día que habíamos tenido, decidimos salir a buscar donde comer porque estábamos muertos del hambre. Era poco más de las 9pm y lo último que habíamos comido había sido una merienda en la Sala VIP del aeropuerto de Guilin y la galleta que nos dieron en el vuelo. Aprovechamos que el hotel quedaba justo al lado del centro comercial iSquare y allí nos metimos a buscar donde comer. Terminamos comiendo pasta en el restaurante Carpaccio Pasta Pizza Vino. Al mesero traerme la cuenta choqué con la realidad de que ya no estaba en la económica China. Esa primera cena en Hong Kong me costó US$73.

El itinerario del viaje lo puedes ver AQUÍ.