Había llegado el día de hacer algo que yo no había podido hacer en mis dos visitas previas al Perú, y ese algo era visitar la montaña de colores o montaña arcoíris. La montaña arcoíris Vinicunca es donde las personas suelen ir pero, durante nuestra visita al país, el acceso estaba cerrado por un riña entre las dos comunidades que comparten la montaña. Pero el guía ya nos había informado que íbamos a visitar otra montaña de colores llamada Palcoyo.
A las 4:45am nos vino a buscar la muchacha que nos iba a llevar a la montaña. Alex estaba ocupado con otro grupo y nos había dicho que ella nos iba a llevar. Nos buscaron en una minivan muy cómoda para nosotros tres. Y a esa hora de la madrugada comenzamos la ruta por carretera. Eran las 6:15am cuando hicimos una parada para desayunar. La parada fue en el pueblito de Cusipata, en un restaurante llamado Sabor Andino. El desayuno estaba incluido en el tour y consistió en tortilla, pan, jugo, café y frutas.
Con la barriga llena seguimos la ruta hacia Palcoyo hasta que llegamos a la base de la montaña a las 8:30am. Allí nos estacionamos y comenzamos lo que sería una subida bien cansona por el efecto de la altitud. Y es que cada ciertos pasos teníamos que parar a recobrar el aliento. La montaña Palcoyo está a 4,900 metros sobre el nivel del mar y la caminata hasta la cima es de dos kilómetros. Tardamos poco más de una hora en recorrer esos dos kilómetros y cada parada a recuperar el aliento valió la pena.
Desde arriba pude notar que Palcoyo no es una montaña, son tres las montañas de colores que forman esta atracción. De hecho, la montaña donde estábamos parados era de colores, algo que solo pude apreciar al volar el dron. Allí estuvimos un rato largo tirando fotos y contemplando el paisaje. Hasta el nevado Ausangate pudimos ver a lo lejos detrás de las montañas.
Al lado de la montaña donde estábamos parados se encuentra el Bosque de Piedras. Este atractivo natural forma parte del circuito de la montaña de colores de Palcoyo y es un bosque pequeño de formación natural de rocas grandes la cual está a una altura de 5,000 metros sobre el nivel del mar. Eso implicaba que teníamos que subir 100 metros adicionales para llegar a él, con mucho frío y haciendo paradas para recuperar el aire.
Este bosque de piedras surgió hace de millones de años producto de las desglaciaciones y erupciones volcánicas, lo cual con el pasar del tiempo y la erosión formaron estas formas en la parte alta de la montaña. Desde esas piedras tuvimos la mejor vista de las montañas de colores que la bordean. Creo que debe ser obligado subir al Bosque de Piedras para poder apreciar mejor la grandeza de los alrededores y sus montañas.
Pasamos un total de dos horas en la montaña para entonces comenzar el descenso hasta el estacionamiento y poner marcha a Cusco. Paramos a almorzar en el mismo restaurante que desayunamos y luego seguimos directamente a la ciudad. Llegamos al hotel a las 4pm, nos bañamos y nos fuimos al Mercado Central de San Pedro. Frente al mercado, en la Plazoleta San Pedro, se celebraba la Feria de Libros y aproveché ara comprarme unos cuantos.
Luego entramos al Mercado San Pedro pero brevemente porque aunque aún no era las 6pm, hora en que cierran, ya los puestos estaban cerrando. Del mercado nos fuimos a cenar al restaurante Andean Grill. Y con la cena terminamos nuestro largo día. Estábamos súper cansados y al llegar al hotel caímos rendidos en las camas.
Pincha aquí para regresar al itinerario completo de los seis días en Perú.


Pingback: Ruta 33: Seis días en Perú