Me desperté como a las 10am con un poco de resaca, pero listo para comenzar el segundo día del viaje. Salí del hotel y me fui caminado hasta el restaurante Gran Clavel donde Idiana y Lilo estaban desayunando. Allí me pedí un croissant con jamón y queso, un chocolate caliente y un pastel de crema portugués. Ese desayunó me costó 8.10€ y estuvo muy bueno. Del restaurante nos fuimos caminando hasta el Parque El Retiro.
El Parque del Buen Retiro, conocido simplemente como El Retiro, es uno de los lugares más emblemáticos de Madrid y un oasis verde en el corazón de la ciudad. Con una extensión de 125 hectáreas, este parque histórico ha sido durante siglos un punto de encuentro para madrileños y visitantes. Creado en el siglo XVII como un espacio de recreo para la realeza española, El Retiro ofrece una impresionante mezcla de jardines paisajísticos, fuentes, estanques y monumentos históricos. Con sus amplias avenidas y rincones tranquilos, es un espacio perfecto tanto para actividades recreativas como para pasear y relajarse.
Entramos al parque por la Puerta de la Independencia que se encuentra al lado de la Puerta de Alcalá. Recorrimos el Paseo de México hasta que llegamos a la Fuente de los Galápagos. Mientras fotografiábamos la fuente y sus alrededores llegaron Arelis y Charianne que se habían quedado durmiendo cuando nosotros comenzamos la mañana. La fuente se encuentra en una de las esquinas del Estanque Grande de El Retiro.
El Estanque Grande se encuentra en el corazón del parque y en él se puede hacer varias actividades como rentar un barquito de remo y dar un paseo en las tranquilas aguas. También se puede hacer canotaje, aunque en nuestra visita solo vimos personas en los barquitos de remo. Al otro lado del estanque se vimos la estatua ecuestre del monumento a Alfonso XII, primer rey de España luego de la Primera República.
Al final del estanque vimos la Fuente de la Alcachofa. Esta fuente, construida en el siglo 18, estaba localizada originalmente en la antigua Puerta de Atocha, pero en 1880 la relocalizaron al Parque de El Buen Retiro. En la actualidad hay una réplica en bronce en la Glorieta de Atocha. En la base de la fuente está Tritón y Nereida sosteniendo el escudo de armas de Madrid.
Continuamos nuestro recorrido por el parque y nos fuimos a darnos unas cervezas y tapas. Fuimos al Bar Mirador Exposiciones que se encuentra en el patio del Palacio de Velázquez. Allí ordenamos unas tapas de jamón serrano, croquetas y unas cervecitas Mahou para refrescarnos del calor que hacía.
Nuestro recorrido del parque terminó en el Palacio de Cristal. El Palacio de Cristal de El Retiro es uno de los mejores ejemplos de la llamada arquitectura del hierro en Madrid. Planeado originalmente como un gigantesco invernadero para albergar plantas tropicales con motivo de la Exposición de Flora de las Islas Filipinas, celebrada en 1887, actualmente es una de las sedes del Museo Reina Sofía, que acoge varias exposiciones temporales.
En nuestra visita había una exposición del portugués Carlos Bunga llamada Contra la Extravagancia del Deseo. La exposición se trataba de columnas hechas en cartón. Algunas de ellas estaban de pie, mientras otras yacían acostadas como si un terremoto las hubiera derrumbado. Esta ha sido la exposición más grande de Bunga en España.
No recorrimos el Parque de El Retiro completo porque hubiésemos pasado todo el día allí, con el Palacio de Cristal terminamos nuestra visita al parque y nos fuimos en metro al Mercado de San Miguel. El Mercado de San Miguel es un monumento a la cocina española ubicado en el corazón de Madrid. Un punto de encuentro para los amantes de la gastronomía que recibe más de 7 millones de visitantes al año. Han pasado más de 100 años desde que el Mercado de San Miguel fuera inaugurado como mercado de abastos. En la actualidad, este edificio histórico es uno de los principales mercados gastronómicos del mundo, ya que permite a sus visitantes hacer un recorrido por la esencia y los sabores de cada uno de los rincones de España.
Nosotros llegamos al mercado a las 2:30 de la tarde y estaba lleno a capacidad, apenas se podía caminar y con filas para ordenar comida en los diferentes puestos. Logramos pedir unas cervezas en el puesto Cervezas Damm, empanadas argentinas y tinto de verano en La Hora del Vermut, tapas de tostadas con bacalao, salmón ahumado y pulpo en La Casa del Bacalao, quesos de Quesoba y aceitunas de Arzábal. No es para nada barato este mercado, pero todo estaba riquísimo.
Luego de ese delicioso almuerzo nos fuimos caminando hasta el Palacio Real de Madrid. El Palacio Real es la residencia oficial del rey de España; no obstante, la familia real no habita en él, sino en el Palacio de la Zarzuela, por lo que es utilizado para ceremonias de Estado y actos solemnes. Con una extensión de 135,000 metros cuadrados, casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles, es el palacio real más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. El palacio no tan solo es uno de los más grandes, sino también de los mejores conservados de Europa. Es una de las pocas residencias oficiales de Jefes de Estado que está abierta al público. Cerca de 1.5 millones de visitantes van cada año a descubrir sus rincones, sus obras de arte y sus tesoros únicos en el mundo.
Al llegar a la entrada del Palacio Real lo encontramos cerrado, y es que era domingo y los domingos cierran a las cuatro de la tarde y justo eran casi las cuatro. Nos conformamos con admirar su arquitectura y magnitud desde la Plaza de la Armería. El portón del palacio me recordó al portón del Palacio de Buckingham, aunque no son idénticos, si hay cierta similitud en la forma y colores.
Frente al Palacio Real, al otro lado de la Plaza de la Armería, vimos la Catedral de la Almudena. La catedral es una moderna, tanto por su fecha de consagración como por su diseño. Fue consagrada el 15 de junio de 1993 por el papa Juan Pablo II, lo que la convierte en una de las catedrales más jóvenes de Europa. Al igual que el palacio, la catedral estaba cerrada. Aunque se supone que los domingos de septiembre abra hasta las ocho y media de la noche. Quizás la entrada estaba por el lado opuesto a donde estábamos.
Luego fuimos a la Plaza de España que está a unas pocas cuadras del Palacio Real. La Plaza de España estuvo bajo un proyecto de renovación y revitalización que duró dos años y medio. Abrió de nuevo al público en el 2021 con más áreas peatonales, carriles para ciclistas y áreas de acceso para personas con limitaciones de movilidad. En el centro de la plaza están los dos monumentos más importantes de esta, el Monumento a Miguel de Cervantes Saavedra y el Monumento a Don Quijote de la Mancha. El monumento a Miguel de Cervantes fue construido en 1929 y conmemora la obra del escritor, las figuras de honor del monumento representan a Cervantes sentado bajo un pedestal con el monumento a Quijote y Sancho Panza frente a él. El monumento a Quijote y Sancho Panza consiste en estatuas en bronce de Don Quijote y Sancho panza cabalgando sobre Rocinante y jumento en la base del monumento.
Justo detrás de la plaza está el Hotel Riu Plaza España. Fuimos al hotel con la intención de subir hasta la azotea del edificio que tiene uno de los mejores miradores Madrid. Se llama 360° Riu Rooftop y cuesta 5€ si se visita antes de las cinco de la tarde, y 10€ luego de las cinco. Nosotros fuimos ya pasados las cinco, pagamos la entrada y subimos hasta la azotea. Allí pasamos por una sección donde el piso es de cristal, no apto para personas con acrofobia.
Desde el mirador pudimos ver el Palacio Real y la Catedral de la Almudena desde lo alto, la Gran Vía con sus edificios y a lo lejos pudimos observar la parte moderna de Madrid, con su distrito financiero. En el mirador hay una barra donde se puede comprar un trago o cerveza, pero los precios no son nada baratos. Nosotros solo compramos una botella de agua.
Bajamos del mirador y nos fuimos al vecindario de Chueca. Este elegante barrio se encuentra en el centro de Madrid, justo al norte del casco antiguo. Es conocido como la zona gay de la ciudad debido a sus asociaciones LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) y por tener una población de mente abierta. El vecindario tiene numerosas tiendas y bares gay, así como una importante marcha anual del Orgullo Gay. Chueca representa el lado progresista y elegante de Madrid en contraste con el ambiente rústico de la zona del casco antiguo.
En nuestra visita vimos mucho arte urbano, bonitos murales adornaban varios edificios en el vecindario. Nuestro propósito era llegar hasta la famosa Pollería. La Pollería es un lugar que se ha hecho viral porque venden wafles en forma de pene, o como le dicen en España, en forma de polla (de ahí el nombre del local). Las muchachas y yo entramos al local y pedimos nuestras pollas. No son baratas, cuestan 5€ y si quieres toppings, pues tienes que pagar adicional. Pero sabían muy ricos, la mía la pedí son chocolate y chocolate blanco.
Esa noche regresamos al bar Matador donde le pusimos punto final a nuestra visita a Madrid. Comimos tapas de jamón serrano, queso manchego, aceitunas, pan, tostadas de jamón y queso, nos dimos unas cervezas y nos fuimos a dormir.
El itinerario completo del viaje a España lo puedes ver pinchando aquí.


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