Ruta 32 Día 2 – Parte 1: Jerash

En nuestro segundo día en Jordania nos despertamos a las 7am porque íbamos a visitar una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo, la antigua ciudad de Jerash.  A las 7:30am salimos del hotel y 40 minutos más tarde ya estábamos en Jerash donde hicimos una primera parada para desayunar. No había muchas opciones abiertas esa mañana, pero encontramos el restaurante Abu Ahmad (también conocido como Abu Ahmed) con sus puertas abiertas y allí nos metimos. No fue el gran desayuno, pero nos llenó las panzas y estuvo bueno. Comimos manakish con queso, pan pita, humus y falafel entre otros platos que nos trajeron.

Tras salir del restaurante nos fuimos a la antigua ciudad romana que estaba a una cuadra. Dejamos las guaguas en el estacionamiento y procedimos a entrar a las ruinas de  Jerash. La entrada a las ruinas estaba incluida con el Jordan Pass, de no tener el Jordan Pass deberás pagar 12 dinares para entrar. Esta ciudad ha sido habitada por más de 6,500 años. Debido a su agua, el lugar ha estado habitado al menos desde el Neolítico. La edad de oro de la ciudad se produjo bajo el dominio romano y ahora se reconoce que es una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo y una de las ciudades de la Decápolis que alguna vez se llamó Gerasa. Estuvo oculta durante siglos en la arena antes de ser excavada y restaurada durante los últimos 70 años. Jerash muestra un excelente ejemplo del gran urbanismo romano provincial que se encuentra en todo Medio Oriente, contando con calles pavimentadas y con columnas, templos elevados en la cima de la colina, grandes teatros, espaciosas plazas públicas, baños, fuentes y murallas con torres y puertas.

Para entrar al complejo arqueológico, cruzamos el impresionante Arco de Adriano. El arco fue construido para conmemorar la visita del emperador Adriano a Gerasa en el año 129 d.C. Este arco de triunfo debía convertirse en la principal puerta sur de la ciudad; sin embargo, los planes de expansión nunca se completaron. Con más de 37 m de ancho, 21 m de alto y unos 9 m de profundidad, es uno de los más grandes de su tipo en el Imperio Romano. Los arqueólogos pudieron identificar los fragmentos que se encontraban allí, lo que permitió reconstruir el monumento.

Tan pronto atravesamos el Arco de Adriano nos encontramos con el Hipódromo de Gerasa. Este enorme anfiteatro medía 245 metros de largo y 52 metros de ancho y podía acoger a 15,000 espectadores a la vez para carreras de carros y otros deportes. Según los arqueólogos que lo excavaron y reconstruyeron, es el más pequeño de los 48 edificios de circo romano conocidos hoy día, pero es el mejor conservado en sus elementos funcionales y técnicos. La fecha exacta de su construcción no está clara, pero se estima que fue entre mediados del siglo II y III d.C. Las carreras de carruajes que se llevaban a cabo en el hipódromo han sido evidenciadas por las marcas que dejaron las ruedas de los carruajes en el suelo rocoso bajo la arena, así como los restos de altares dedicatorios que antiguamente se colocaban en el punto de partida de las carreras.

Al lado del Hipódromo vimos las ruinas de lo que una vez fue la Iglesia de Marianos. Gracias a una inscripción bien conservada se sabe que fue construida en el año 570 d.C. durante el mandato del obispo Marianos. Lo más impresionante de esta iglesia es que el piso fue cubierto por un mosaico con motivos geométricos que incluye la inscripción con la dedicatoria, y todavía está intacto en gran parte. Ese mosaico está brutal, y más aún impresiona que en el 2021 lo hayamos podido ver en excelente estado. Este sería el primero de muchos mosaicos que encontraríamos en nuestra ruta por la bonita e histórica Jordania.

Continuamos nuestra visita y llegamos a la Puerta Sur que, al igual que el Arco de Adriano, de construcción algo posterior y mucho más grande, fue construida en honor al emperador romano Adriano con motivo de su visita a Gerasa en el invierno del 129/130 d.C. Ambas construcciones, entre las que se había planeado un nuevo barrio meridional por iniciativa de Adriano, presentan grandes similitudes, por lo que la Puerta Sur podría ser algo así como el prototipo del Arco de Adriano. Esto se puede apreciar en la estructura básica de los edificios: un alto pasaje central y dos puertas laterales más pequeñas con nichos a modo de ventanas encima, así como pabellones exteriores, desde los que en el caso de la Puerta Sur se subían escaleras hasta la muralla de la ciudad. Cuando se construyó la muralla de la ciudad a finales del siglo III o principios del IV, se integró en ella la Puerta Sur. La muralla que rodeaba a Gerasa tenía unos 3.4 kilómetros de longitud y un grosor medio de 2.9 metros.

Al pasar la Puerta Sur llegamos al Foro o Plaza Oval que es una plaza con forma ovalada. Esta plaza fue diseñada para conectar el Templo de Zeus, uno de los sitios religiosos más importantes de la ciudad, con el Cardo Maximus, la principal avenida norte-sur de la ciudad. Este ingenioso diseño refleja la planificación estratégica y la destreza arquitectónica de los antiguos romanos. La Plaza Oval es una obra maestra de la arquitectura romana de esa época. Con una superficie de 90 x 80 metros, la plaza está rodeada por una amplia acera y una columnata de 56 columnas jónicas que datan del siglo I d.C.

El Templo de Zeus está justo al lado de la plaza, solo tuvimos que subir unas escaleras para llegar a él. Este templo ocupa un lugar de reverencia importante, ya que es uno de los lugares sagrados más antiguos de la ciudad. Probablemente lo que había en ese lugar era una cueva donde se reunían las personas para rendir culto, y fue utilizada entre los siglos VII y VI a.C. Este lugar de culto se conservó a lo largo del tiempo y a principio del periodo romano se construyó un santuario con un amplio patio sagrado. Durante el siglo II d.C., el edificio fue profundamente alterado y se construyó el gran Templo de Zeus actual. El santuario, ubicado en la cima de una colina que se eleva sobre la ciudad, estaba precedido por una escalera monumental que conducía al patio sagrado. Aunque la erosión, los terremotos y los saqueos han dañado el sitio, aún se puede apreciar la grandeza del lugar. La vista de la Plaza Oval desde el templo es imponente, creo que es donde se tiene la mejor vista de la plaza.

Justo al lado del Templo de Zeus vimos el Teatro Sur. Este es el más grande y antiguo de los tres teatros de la antigua Gerasa. El Teatro Sur puede fecharse con bastante precisión gracias a varias inscripciones. Estas muestran que el edificio fue inaugurado alrededor del año 90 d.C., durante el reinado del emperador romano Domiciano, pero probablemente aún no estaba terminado, porque inscripciones posteriores hacen referencia a avances en los respectivos puntos de la construcción. Tiene una capacidad para 3,000 personas, y aún se utiliza gracias a la impresionante acústica del teatro. Hoy en día se utiliza como sede principal del Festival de Cultura y Arte de Jerash. Desde los asientos superiores hay una vista magnífica, no tan solo del teatro, si no que de todo Gerasa. Mientras estábamos recorriendo el teatro llegaron unos músicos y se pusieron a tocar sus instrumentos. Le dieron un toque especial a la visita.

Al salir del teatro teníamos dos opciones, una era recorrer la Cardo Máximus y la otra era seguir un caminito en tierra en la colina donde había otras edificaciones. Decidimos irnos por el camino y entonces recorrer la Cardo Máximus al regresar. En ese camino vimos varias edificaciones. La primera que vimos fue la Iglesia Bizantina de San Teodoro que es parte del Complejo de la Catedral.  La Iglesia de San Teodoro fue construida entre los años 494 y 496 d.C. Aparentemente la iglesia estaba siendo renovada cuando colapsó en el devastador terremoto del año 749 a.C. Las columnas que quedan de pie son bastante altas, no puedo ni imaginarme lo imponente que tuvo que ser esa iglesia cuando fue construida.

Los próximos edificios que vimos fueron la Iglesias de San Jorge, Iglesia de San Juan el Bautista e Iglesia de San Cosmas y San Damián que están una al lado de la otra. Estas tres iglesias forman el Complejo de las Iglesias. Fueron construidas entre los años 529 y 523. Nosotros nos enfocamos más en la Iglesia de los Santos Cosmas y Damián porque aún conserva el piso en mosaico que se veía espectacular, con detalles de personas, objetos y animales como aves, elefantes y bueyes. Las otras dos iglesias fueron vandalizadas por un movimiento que rechazaba las imágenes religiosas. Los terremotos habían derrumbado la Iglesia de San Cosmas y Damián y los escombros no permitieron que los saqueadores destruyeran y desaparecieran los mosaicos del piso.

A unos pasos del Complejo de las Iglesias nos encontramos con el Templo de Artemisa. El tempo es parte del Santuario de Artemisa, que es el santuario más grande de Gerasa. De las 32 columnas planeadas originalmente para el templo, probablemente solo se erigieron las 12 que hoy en día podemos ver, el templo aparentemente no se completó. Los capiteles están súper bien conservados, y es por esto que se cree que el templo nunca tuvo un techo, porque se hubiese derrumbado en los terremotos y los frágiles detalles de los capiteles no hubiesen sobrevivido ese desastre. Este es uno de esos edificios donde no se ha encontrado inscripciones relacionada a la fecha en que lo construyeron.

Nos fuimos a ver el Teatro Norte, pero antes hicimos una parada en el Iglesia del Obispo Isaías que está justo al lado del teatro. La inscripción que se encuentra en la iglesia nos deja saber que fue construida en 559. Como la mayoría de las otras iglesias, aún se puede apreciar el mosaico del piso, aunque el grupo que rechazaba la adoración a imágenes religiosas destruyó la mayoría de las figuras de animales y humanos.

Y de la iglesia dimos unos cuantos pasos hasta llegar al gran Teatro Norte. Como hicimos en el Teatro Sur, nos trepamos hasta la parte más alta de las gradas para poder apreciar la grandeza del teatro. Del método constructivo, los materiales utilizados y el diseño arquitectónico, los expertos concluyen que el edificio fue construido ya en la primera mitad del siglo II d.C., quizás alrededor del 135/140, durante un período de gran reestructuración urbana en Gerasa. Este teatro tenía capacidad para 1,600 personas y al igual que el Teatro Sur, la acústica es impresionante. Y mientras observábamos los detalles del teatro y tomábamos decenas de fotos, comenzó a llover. Nos metimos en un túnel que hay debajo de las gradas para guarecernos de la lluvia.

Comenzaba a escampar y nos fuimos a encontrar con parte de mis amigos que estaban en el Tetrapylon Norte. El Tetrapylon Norte fue construido en la intersección de las calles Cardo Maximus y Decumanus Norte en la segunda mitad del siglo II d.C., probablemente antes del año 180, como parte de la ampliación de esta parte de la ciudad. La sección sur del monumento fue ampliada y equipada con columnas corintias posteriormente a su construcción.

Y aunque no llegamos a esta puerta, desde el Tetrapylon vimos ver la Puerta Norte. Esta puerta fue construida en el año 115 d.C. en la entrada principal norte de la ciudad. Su año de construcción está registrado en una inscripción dedicatoria en la fachada, en la que se menciona al emperador Trajano (98-117 d. C.) fundador y salvador de la ciudad. Al igual que la Puerta Sur, la Puerta Norte se integró a la muralla de la ciudad mucho más tarde, cuando se construyó en varias fases a finales del siglo III o principios del IV.

Ya terminaba nuestro recorrido y, como había mencionado, de regreso nos fuimos a caminar el Cardo Máximus, que ya había mencionado es la avenida principal de Gerasa. En esta avenida aún se puede ver las marcas que dejaron en el suelo empedrado los carros romanos o carruajes al transitar repetidamente sobre ese suelo. La Cardo estaba rodeada por columnas en ambos lados de la calle y hoy día se puede ver gran parte de esas columnas, unas mejor conservadas que otras.

Mientras recorríamos la Cardo Máximus vimos el Ninfeo. A medida que Gerasa prosperaba y se expandía, la ciudad necesitaba considerablemente más agua. Alrededor del año 125 d.C. se construyó el sistema de abastecimiento de agua y, a finales del siglo II, también en vista de las crecientes necesidades de los baños públicos, se aumentó la capacidad del acueducto principal. Según una inscripción este impresionante Ninfeo se terminó de construir en el año 191 d.C. Su propósito era complementar las numerosas pequeñas fuentes públicas que ya existían a lo largo del Cardo con una fuente de agua principal.

Creo que pasamos cerca de cinco horas recorriendo las ruinas de Jerash y fue muy interesante todo lo que vimos. El valor histórico y cultural de esta antigua ciudad romana es incontable. Jerash es uno de esos lugares que no se debe dejar de ver en una visita a Jordania.

Al caminar hacia el estacionamiento notamos que había un restaurante justo al lado y decidimos ir a almorzar allí. El restaurante se llama Jordan House Restaurant y es tipo buffet donde sirven comida jordana. Nos costó 7 dinares e incluía una botella de agua. Todo lo que comí estaba muy bueno, había arroces, carnes, ensaladas, humus y pan. El restaurante abre de 11am a 5pm y se los recomiendo.

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