Ya llegaba el fin del viaje. Este era el último día que pasaríamos descubriendo los rincones de Jordania. Salimos del hotel poco antes de las nueve de la mañana rumbo a Madaba. En esa ruta hicimos una parada en el Monte Nebo, cuya entrada tuvo un costo de 3 dinares. El famoso Monte Nebo es un testimonio de la dinámica historia y la cautivadora belleza de Oriente Medio. La montaña no solo ha desempeñado un papel importante en las narrativas religiosas, sino también en la configuración de la historia humana.
Este majestuoso pico forma parte de una gran cadena montañosa que se extiende por el oeste de Jordania y ofrece una vista impresionante del valle del Jordán y del borde norte del mar Muerto. La ubicación estratégica del monte Nebo lo ha convertido en un importante sitio religioso e histórico. Históricamente, fue parte del antiguo territorio de Moab y más tarde adquirió importancia en las tradiciones cristiana, judía e islámica. Las excavaciones arqueológicas en el monte Nebo han revelado restos de un monasterio y una iglesia de la era bizantina, lo que enfatiza aún más su importancia histórica.
Se dice que desde el Monte Nebo Moisés vio la Tierra Santa de Canaán, a la que nunca entraría. Murió y fue enterrado en Moab. Su tumba sigue siendo desconocida. El Monte Nebo se convirtió en un lugar de peregrinación para los primeros cristianos de Jerusalén y en el siglo IV se construyó allí una pequeña iglesia para conmemorar el final de la vida de Moisés. Algunas de las piedras de esa iglesia permanecen en su lugar original en el muro que rodea la zona del ábside. La iglesia fue ampliada posteriormente en los siglos V y VI hasta convertirse en la gran basílica actual con su impresionante colección de mosaicos bizantinos.
Tan pronto entramos al complejo vimos de frente la Cruz Serpentina, que se encuentra justo afuera del santuario, y simboliza la serpiente de bronce que Moisés llevó al desierto y la cruz en la que Jesús fue crucificado. Desde ahí tuvimos las mejores vistas del Valle de Jordania.
Luego entramos a la Iglesia Memorial a Moisés que aún conserva los pisos de mosaicos, típicas de las iglesias bizantinas de la época. Esos mosaicos datan del 530 d.C. y se preservan en muy buen estado. Los mosaicos muestran imágenes de cazadores, un pasatiempo común en la época bizantina. Recorrimos la iglesia y luego pusimos marcha a Madaba.
Madaba es una pequeña ciudad de unos 60,000 habitantes, ubicada a 34 km de Amman y famosa por poseer una impresionante colección de mosaicos bizantinos. Estos se pueden encontrar en varios edificios de la ciudad, principalmente iglesias. Madaba fue una ciudad poblada por cristianos, y actualmente todavía representan una parte muy importante de la población local. En el período bizantino, con el fin de decorar sus templos y mansiones, se crearon varias escuelas artesanales. De esta manera, convirtieron a Madaba en un centro artístico de primer nivel dedicado a la realización de mosaicos.
Nosotros comenzamos con una visita a la Iglesia Griega Ortodoxa de San Jorge, precio de entrada 1 dinar. Esta iglesia del siglo XIX es famosa por conservar en su interior uno de los mosaicos más famosos del mundo antiguo. Fue creado en el año 560 utilizando más de dos millones de piezas y originalmente tenía unas dimensiones de entre 15 y 25 metros de largo por 6 metros de ancho. Desenterrado en 1864, el mosaico fue en su día un mapa claro con 157 lugares identificados (en griego) de todos los principales sitios bíblicos desde el Líbano hasta Egipto. Hoy en día solo queda una tercera parte del mosaico original. Constituye la representación cartográfica más antigua de Jerusalén, Palestina y demás territorios de la Tierra Santa.
Luego fuimos a la Iglesia de la Decapitación de San Juan Bautista. El sótano de la iglesia esconde los rastros y catacumbas de la antigua ciudad de más de 3,000 años de antigüedad. Desgraciadamente durante nuestra visita el sótano no estaba accesible. Recorrimos la iglesia donde vimos el altar principal, también había una especie de museo que consta de una sala con arcos antiguos y una cueva en la que se decapitó a Juan el Bautista. Luego subimos al campanario de la iglesia, desde donde tuvimos unas vistas 360º de toda la ciudad y totalmente libre de costo.
Bajamos del campanario y salimos de la iglesia en busca de un lugar donde almorzar. A unos pocos pasos de la iglesia se encontraba el restaurante Adonis y decidimos comer allí. El restaurante está dentro de una antigua casa que fue restaurada y transformada. Del menú decidí probar el pepper steak con arroz blanco y el hummus y estaba muy rico. Me costó 20 dinares la comida junto a una coca cola.
Tras el suculento almuerzo nos fuimos al Museo Arqueológico de Madaba. La entrada estaba incluida con el Jordan Pass. Fundado en 1978, el Museo está situado en un patio residencial al final de un callejón sin salida. Consta de varias casas antiguas y patios que exhiben pisos de mosaico, algunos encontrados allí mismo y otros trasladados desde otros lugares por razones de conservación.
El primer mosaico que vimos fue La Procesión Báquica que fue uno de los primeros mosaicos que encontraron los beduinos cristianos de Karak, que se asentaron en las ruinas de Madaba en 1880. Este mosaico con paneles geométricos y escenas figurativas decoró alguna vez una habitación de una de las mansiones de la ladera sur del Acrópolis.
Salimos del cuarto donde estaba ese mosaico y caímos en un patio donde pudimos ver los remanentes de una iglesia bizantina y el mosaico de la Capilla del Baptisterio Inferior, la obra más antigua conocida de la Madaba bizantina, descubierto debajo de la Capilla del Mártir Teodoro. El mosaico data de la primera década del siglo VI y muestra una pareja de carneros y gacelas enfrentados enmarcados por una parra. En la parte superior, un toro se enfrenta a un león.
También vimos los mosaicos de la Capilla de la Familia Twal, que fueron encontrados in situ y se exhiben en dos salas. La primera sala tiene un panel decorado con una composición de cuadrados de varios tamaños, llenos de motivos geométricos entrelazados y pájaros, incluido uno en una jaula. En la segunda sala hay un presbiterio elevado que está decorado con una cuadrícula de hojas y flores y un medallón central con la imagen de una guirnalda que encierra un carnero cerca de un árbol.
El museo también incluye salas con hallazgos arqueológicos de varios períodos y exposiciones etnográficas, que incluyen trajes, joyas, armas y alfombras.
Al salir del museo nos fuimos al Parque Arqueológico de Madaba. Este parque, inaugurado en 1995, fue creado para preservar y hacer accesibles al público restos arqueológicos de la época romana y varios valiosos pisos de mosaico bizantino. La entrada al parque también está incluida con el Jordan Pass. Está dividido en dos secciones, nosotros comenzamos con la sección oriental
En la sección oriental vimos el fragmento de mosaico más antiguo jamás encontrado en Jordania que se exhibe justo en la entrada, en una exposición de mosaicos de la región. Este mosaico, que data de a finales del siglo I antes de Cristo, es un fragmento del baño de la fortaleza de Maqueronte, construida para Herodes el Grande.
Protegido bajo techo está la Iglesia de Santa María y la Sala de Hipólito. Uno de los elementos más destacados del arte mosaico de Jordania es el suelo de la Sala de Hipólito. Ese mosaico representa el antiguo mito de Hipólito, conocido en la época bizantina a través de la tragedia del dramaturgo griego Eurípides.
La iglesia de Santa María y su primer piso de mosaico se remontan a finales del siglo VI y principios del VII. El mosaico, bien conservado, se construyó durante el periodo omeya, cuando se restauró la iglesia.
Salimos del edificio y caímos en la Calle Romana. Originalmente, la calle atravesaba Madaba de este a oeste y conducía a unas puertas de las murallas de la ciudad que han desaparecido. Estaba pavimentada con grandes losas y flanqueada por columnas. Muchas de las columnas se reutilizaron en estructuras posteriores, tanto en la antigüedad como en tiempos más recientes. Hoy en día, la mayor parte de la calle romana está cubierta por la ciudad moderna, pero se han excavado dos secciones, atravesadas por una calle moderna.
Lo último que visitamos en el parque arqueológico fue la Cripta de San Eliano que se encuentra al lado sur de la calle Romana. Allí vimos unos bonitos mosaicos de mediados del siglo I. La cripta está debajo de la destruida Iglesia del Profeta Elías. Para llegar a la cripta tuvimos que bajar unas escaleras.
Para terminar el día, y nuestra visita a Madaba, nos fuimos a la barra Skybar en el hotel Saint John. Desde allí vimos un bonito amanecer. Pasamos nuestra última noche en Jordania bebiendo cerveza Petra, fumando shisha y comiendo aceitunas mientras amenizábamos la noche buscándole canciones de reggaetón al DJ, entre ellas Safaera de Bad Bunny.
Este viaje a Jordania fue demasiado de brutal, lo disfrutamos mucho. Todo estuvo excelente, la comida, el trato de los jordanos con nosotros, los muchos lugares históricos que visitamos y recorrimos, en fin, un país al que recomiendo y espero regresar en un futuro.
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Mi experiencia en Jordania también fue muy buena; es un país que tiene muchas cosas que ver, para ser tan pequeño. Sin olvidar la gente , que es súper amable 🙂
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Si, su gente es súber chevere. Espero poder regresar algún día para ver otras áreas como Aqaba con su Mar Rojo.
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Aqaba es impresionante para hacer snorkel o bucear… hay auténticos tesoros naturales en sus aguas. Me encantó! 🙂
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