Ese viernes, como el vuelo salía a las 7:15pm, fui a trabajar en la mañana. Ya le había notificado al jefe que ese día me iría del trabajo al medio día. Salí de la oficina, fui a casa a buscar los perros y la maleta, llevé los perrhijos al cuido y salí para Chicago.
La ruta hacia el aeropuerto Midway
En Chicago hay dos aeropuertos, el O’Hare y el Midway. Mi vuelo salía de Midway, que es el aeropuerto que más lejos me queda de casa, alrededor de 3 horas de distancia. Todo iba muy bien, hasta que me estaba acercando a la salida del otro aeropuerto, del O’Hare, donde me topé con un tráfico demasiado pesado, casi sin moverse. La razón era dos accidentes que mantenían cuatro carriles cerrados, y solo uno disponible. Siguiendo las vías alternas que me tiraba el GPS, me encontré con el tráfico de la ciudad de Chicago, típico de un viernes en una ciudad con 9.5 millones de habitantes. Cuando ya estaba a punto de llegar al aeropuerto el tren de carga se antojó de pasar frente a mi. En esas vías del tren estuve casi 20 minutos, pues tuve que esperar que pasara, no tan solo el tren de carga, también el Metra, tren que sirve a los suburbios de la ciudad.
Me estacioné en el parking económico del aeropuerto, tomé el shuttle, hice check in en el counter de servicio de Porter Airlines y pasé el área de TSA sin ningún contratiempo. Todo esa osadía desde que salí de casa hasta que llegué al aeropuerto me tomó mas de cuatro horas. En un día sin accidentes en la autopista me tomaría tres horas recorrer esa ruta hasta llegar al aeropuerto.
El vuelo con Porter Airlines
Como era de esperarse, algo común en las aerolíneas no estadounidense, fue una experiencia excelente. La aerolínea Porter Airlines es una de bajo costo, los aviones son Bombardier Q400, con motores turbohélice (turboprop en inglés) pero muy cómodos. El vuelo duró una hora y 40 minutos, y a mitad de vuelo nos dieron galletas, vino, cerveza, refrescos, y otros snack y todo era complementario, no había que pagar nada extra ni por las bebidas alcohólicas. Aterrizamos en el Billy Bishop Toronto City Airport, que se encuentra justo frente a la ciudad en una de las islas del lago. Luego de pasar por migración y que me estamparan el pasaporte, había que cruzar el lago para llegar a la ciudad. Hay dos maneras, un túnel peatonal y un ferry. Yo seguí a la multitud y crucé el túnel y en 6-8 minutos ya estaba del otro lado.
Primera noche en Toronto
Hay un autobús que va desde el aeropuerto hasta la estación de trenes Union Station en el centro de Toronto y es gratis. En la Union Station cogí el metro hasta Queen’s Park y de allí caminé hasta el apartamento que había reservado en Bay Street. A la 1:00am estaba yo abriendo la puerta del apartamento y dejando el equipaje. Como me negaba a pasar la primera noche en Toronto durmiendo, me fui caminando a un bar famoso que se encuentra en el Gay Village llamado Woody’s y allí terminé la noche bebiendo vodka tonic. Total, que solo estuve 45 minutos porque cerraban a las 2am.
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