A las 5am ya estaba en el aeropuerto de Chicago porque el vuelo salía a las 7am. Volé con Aeroméxico y tras cuatro horas de vuelo ya estaba aterrizando en Ciudad de México. Ya en Chicago me habían notificado que al llegar a México tenía que llenar el formulario donde debía indicar mi motivo de la visita a Cuba y comprar la visa de turista para poder entrar al país. La visa se compra en el modulo del centro de atención al cliente de ASIM en el terminal y tuvo un costo de MX$314 que se reflejó como US$17 en mi tarjeta de crédito. Solo aceptan pesos mexicanos y tarjetas de crédito como forma de pago.
Luego le mostré la visa a los empleados que estaban en la puerta de embarque y ellos me dieron la forma que tenía que llenar. Es una forma donde toda persona viajando con pasaporte estadounidense tiene que indicar el motivo del viaje. En mi caso yo seleccioné viaje periodístico ya que tengo este blog y aquí escribo de mis experiencias en los viajes. Al momento de abordar entregué la forma y me verificaron la visa y el pasaporte.
Tres horas después, a las 10:15pm, ya estaba aterrizando el avión en La Habana. En inmigración solo me preguntaron el domicilio donde me iba a estar quedando en La Habana. Luego estamparon la visa, no el pasaporte, y me devolvieron la mitad de la visa la cual hay que entregar al momento de salir del país.
Estuve en el área de reclamo de equipaje como 30 minutos esperando que comenzaran a salir las maletas. Por suerte la mía fue de las primeras en salir. Agarré la malta y caminé hacia unas mesas donde estaban sentadas unas mujeres que parecían enfermeras y me preguntaron en donde yo vivía y le dije EE.UU. y me dijeron que continuara. No me preguntaron por el seguro médico ni me lo ofrecieron. Yo no pregunté tampoco, caminé directo a la salida donde había una muchacha con mi nombre escrito en un papel. Ya yo había coordinado con el dueño de la casa particular de La Habana para que me fueran a recoger. El taxista me cobró 25 CUC, precio que ya me había comunicado el dueño de la casa.
Al salir del terminal a mano derecha se encuentra la CADECA (Casa de cambio) y el cajero automático para retirar dinero. Hacia allí me dirigí para cambiar €150 que traía conmigo para poder pagar por la transportación del aeropuerto a la casa particular.
De camino el taxista y su novia me iban hablando de Cuba, me daban recomendaciones y hasta me pusieron reggaetón. En la casa me recibieron dos amigos que estaban dándose unas cervezas y con ellos me fui al Bar Kilómetro Cero que quedaba a una cuadra de la casa. Compramos más cervezas y nos las tomamos en el balcón de la casa observando cada detalle de La Habana nocturna que nos rodeaba.
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