El último día en la ciudad salí del Airbnb en la mañana y me fui a Red Rocks Park. El Parque Red Rocks consiste de un anfiteatro, varios senderos, el Salón de la Fama de la Música, un Centro de Visitantes, tienda de suvenires y un restaurante. Las grandes rocas de tono rojizo son las que le dan el nombre al parque. Ellas exhiben la huella de millones de años de historia.
Al llegar me fui directamente al singular anfiteatro el cual tiene al sur la piedra Ship Rock y al norte Creation Rock. Otras formaciones más pequeñas con pendientes en ángulos de hasta 90 grados dan forma a este impresionante auditorio a 1,966 metros (6,450 pies) sobre el nivel del mar. Allí me encontré con un gran número de personas que estaban ejercitándose y otros más que estaban como yo, de turistas tomando fotos.
Luego me fui al Centro de Visitantes donde hay dos paredes llenas con los nombres de los cantantes que se han presentado en el anfiteatro desde que lo inauguraron. Vi una interesante exposición con fotografías históricas del anfiteatro desde sus inicios colocadas justo al lado de fotos recientes donde se puede comparar el pasado y el presente del lugar. Allí mismo se encuentra el restaurante Ship Rock Grille donde se puede almorzar y cenar.
Al salir de esa exhibición me fui al Trading Post que, además de ser una tienda de souvenirs, alberga el Salón de la Fama de la Música. La tienda queda algo retirada así que me fui en el carro no sin antes dar un corto recorrido en el mismo carro por algunas de las áreas rocosas del parque. En el Trading Post venden toda clase de recuerdos desde camisas hasta bolígrafos. En el Salón de la Fama hay fotos, videos y memorabilia como vestuario de varios cantantes y músicos. Desde el balcón del Trading Post se tiene una vista espectacular del parque.
Al salir del parque quería visitar la Cervecería Coors pero los domingos está cerrada. Procedí con mi plan b que era darle una visita a los Jardines Botánicos de Denver. Los Jardines Botánicos de Denver, creados en 1951, están dentro del top cinco jardines de Estados Unidos. Los jardines se dividen en cinco categorías, Jardines del Oeste que son jardines áridos con plantas típicas de Colorado y estados adyacentes, Jardines Internacionales como el de África, Japón y el Tropical, Jardines Ornamentales con plantas mayormente horticulturales como rosas y lilas, Jardines de Sombra que son perfectos para los días soleados y calurosos, y los Jardines Acuáticos donde abundan los lotos y otras plantas acuáticas.
Además, tenían una exposición temporera llamada Pixelated del artista Mike Whiting. Pixelated esta compuesto por once esculturas a gran escala y todas pixeladas. La entrada a los jardines me costó $12.50 e incluía la exposición temporera. Estuve recorriendo los jardines mientras buscaba las esculturas que estaban dispersas entre ellos.
Visité casi todos los jardines y encontré diez de las once esculturas que forman la exposición temporera. El Jardín Tropical lo tiene dentro de una estructura que mantiene las condiciones climáticas necesarias para las plantas. El techo del edificio adyacente al Jardín Tropical tiene lo que se conoce como un techo verde o techo vivo. El techo tiene sobre especies de plantas nativas sembrabas sobre una membrana.
Luego de recorrer por cerca de dos horas los jardines procedí a visitar el último lugar que tenía en el itinerario, el RiNo Art District. El área de River North (RiNo) fue una próspera área industrial en un pasado. En el 2005 comenzó un movimiento para revitalizar el área transformando antiguas fabricas y almacenes en restaurantes, bares, pubs, galerías de arte y micro cervecerías entre otros. Lo más singular de esta área es la gran cantidad de murales que se encuentran en callejones y paredes de edificios.
Como andaba en carro, guiaba varias cuadras, me estacionaba y entonces recorría andando las calles y callejones aledañas a donde me estacioné. Y así seguía moviéndome en el carro, pero no logré ver cada recoveco de RiNo ni todos sus murales pues no tenía mucho tiempo y aunque lo hubiese tenido, sería algo imposible. También aproveché para almorzarme un sándwich italiano con papas en un café llamado Crema.
Me terminé el sándwich y me fui directo al aeropuerto, ya tocaba regresarme a Milwaukee. Pero había mal tiempo y el vuelo lo atrasaron cerca de dos horas. Al fin y al cabo el piloto tuvo que coger una ruta diferente, un poco más larga, para evitar la tormenta, y aún así la turbulencia estuvo de madre. Denver fue más de lo que esperaba, espero poder regresar en otro momento para poder pasar más días en el Parque Nacional Rocky Mountain y para disfrutar de la vida nocturna de la ciudad que había leído que es muy buena.
El itinerario completo de los tres días en Denver se puede ver AQUÍ.
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