Ya era el último día en Toronto y teníamos que dejar el apartamento. Nos preparamos, organizamos las maletas e hicimos el check out. Como nos estábamos quedando en un apartamento, no había la opción de dejar las maletas guardadas en el edificio, algo que los hoteles suelen ofrecer. Pero en mi último viaje a la ciudad yo había dejado la maleta en los lockers del Toronto Coach Terminal que se encuentra a un par de cuadras del lugar donde nos quedamos. Resulta que, al llegar al terminal de autobuses, fuimos directo a los lockers pero nos encontramos con un cartel que decía que los lockers son para uno exclusivo de personas con boleto para viajar en los autobuses. Y para poder utilizarlos se necesita comprar un token que cuesta $5 pero ahora lo venden en servicio al cliente y hay que mostrar el boleto del autobús para poder comprarlo. Entramos en estrés, no queríamos seguir recorriendo la ciudad con maleta en mano y yo no sabía de ningún otro lugar en el downtown que ofrecieron ese servicio. No me quedó de otra que recurrir a mi amigo Google y fue así como encontré que el Hotel InterContinental ofrece servicio de guarda equipaje para público general, no tan solo para los huéspedes del hotel. Y el hotel está súper buen localizado, justo al lado de Union Station. Llegamos al hotel en el metro y pagamos $5 por cada maleta y mochila.
Ya que la Torre CN queda al lado del hotel, decidimos comenzar el día subiendo a la torre, que también estaba incluida en el City Pass. La CN Tower es una torre de observación y comunicaciones hecha en hormigón de 553.3 m (1,815.3 pies) de altura ubicada en el centro de Toronto. Fue construida en las antiguas Tierras Ferroviarias, y se completó en 1976. Su nombre «CN» originalmente se refería a Canadian National, la compañía ferroviaria que construyó la torre. La Torre CN mantuvo el récord de la estructura independiente más alta del mundo durante 32 años hasta 2007, cuando fue superada por el Burj Khalifa y fue la torre más alta del mundo hasta 2009, cuando fue superada por la Torre del Cantón ubicada en China. Ahora es la novena estructura autónoma más alta del mundo y sigue siendo la estructura autónoma más alta del hemisferio occidental. En 1995, la Torre CN fue declarada una de las siete maravillas modernas del mundo por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles. También pertenece a la Federación Mundial de Torres Grandes. Es un icono distintivo del horizonte de Toronto y atrae a más de dos millones de visitantes internacionales anualmente.
Al entrar a la base de la torre presentamos el City Pass y procedimos a hacer una corta fila frente al elevador. El piso y la pared frontal del elevador son de cristal y son apenas 58 segundos el tiempo que se toma en subir hasta el observatorio. Desde el observatorio tuvimos unas vistas impresionantes de 360 grados de la ciudad, del Lago Ontario, de las Toronto Islands y del Aeropuerto Billy Bishop.
Hay una sección del piso del observatorio que es en cristal, y yo que le tengo pánico a las alturas. Logré pararme un segundo encima del cristal para tomar una foto y rápido me moví. Luego bajamos unas escaleras y llegamos a un mirador al aire libre. Desde ese mirador se tienen las mismas vistas, pero tienen instalado una verja protectora, para que nadie se tire o caiga, y en cada foto sale esa verja. Las fotos quedan definitivamente mejor desde el mirador cerrado que solo tiene paneles de cristal desde el piso hasta el techo.
Al terminar el recorrido de los miradores nos regresamos al elevador y bajamos a la base. Al salir vimos el logo de la torre y nos fotografiamos junto a él con la torre de fondo. Más adelante estaba el logo de las letras de Canadá y allá nos fuimos a tirar más fotos. Pero en esas letras había un revolú de personas que se querían retratar. Me fijé que por la parte de atrás de las letras no había nadie y allí fuimos a tirarnos las fotos. Lo único que tuvimos que hacer, porque las letras de Canadá estaban de derecha a izquierda, fue invertir la foto y voalá, tenemos foto sin personas en ella.
Estábamos hambrientos porque no habíamos desayunado. Muy cerca de la torre vimos el restaurante Sunset Grill que tenían un letrero que leía All Day Breakfast (Desayuno todo el día) y allí nos metimos. El desayuno estuvo mucho mejor que el del día anterior. Devoramos el desayuno y nos fuimos caminando hasta Graffiti Alley. Este es uno de los mejores lugares en Toronto para ver grafiti. Se encuentra en The Fashion District, en Rush Street y se extiende desde Spadina Avenue hasta Portland Street. Cubre cerca de 1 kilómetro y está lleno de pinturas, murales y grafitis en las paredes de los edificios.
Si bien Graffiti Alley puede ser una de las atracciones más queridas de Toronto, el arte callejero no siempre fue aceptado en Toronto. El problema se redujo al arte callejero versus el vandalismo. El debate sobre el grafiti en la ciudad aún existe, pero la visión actual es de una aceptación más abierta al arte callejero el cual tiene el poder de embellecer un vecindario. Graffiti Alley es un excelente ejemplo de lo atractiva que puede ser una calle dedicada al arte.
Aún teníamos tiempo para visitar un lugar más con el City Pass, y nos decidimos por el Ontario Science Centre porque era menos lejos del centro de la ciudad. Para llegar a él, como está un poco retirado del centro, tuvimos que utilizar un Uber que nos costó $11. El Ontario Science Centre es un museo de ciencias que abrió sus puertas en el 1969 y desde entonces ha recibido más de 53 millones de visitantes. Este fue uno de los primeros museos interactivos de ciencias en el mundo.
El museo tiene varios cientos de exhibiciones permanentes interactivas y pasivas acerca de la geología, ciencias naturales, astronomía, música y tecnología, anatomía humana, y comunicaciones entre otros temas adicionales. La exhibición AstraZeneca Human Edge además de detallar la anatomía homana, la exhibición explora las posibilidades del cuerpo humano con actividades que simulan las experiencias de buscadores de aventuras, atletas élites y entusiastas de los deportes extremos. La exhibición Forest Lane alberga varios árboles y troncos de Canadá. La exhibición incluye un abeto Douglas de 464 años, con marcas en sus anillos de crecimiento que denotan eventos mundiales notables durante la vida del árbol.
Había dos exhibiciones temporeras, y la que más me gustó fue Astronaut. En esa exhibición descubrimos cómo es vivir como un astronauta, incluyendo cómo dormir, comer, ducharse y usar el baño en el espacio. Aprendimos acerca de tres mujeres canadienses en el espacio y hasta un caso de astronauta me pude probar. Si la ciencia es lo tuyo, este museo no te lo puedes perder. Lo único que no me gustó es que había muchos niños en excursiones escolares y poder apreciar algunas exhibiciones era un poco difícil con tanto niño en el medio. De hecho, creo que éramos los únicos turistas en el museo, los demás eran grupos escolares.
Al salir del museo pedimos un Uber hasta la Plaza Yonge-Dundas y fuimos a comer al restaurante Jack Astor’s que tiene una de las mejores vistas de Yonge-Dundas Square. La última comida del viaje fue la más saludable. Yo ordené un wrap de pollo y queso de cabra, y Ricardo una ensalada caesar con pollo. Del restaurante nos fuimos al Hotel InterContinental donde recogimos las maletas y mochilas y luego cogimos el autobús gratis hasta el aeropuerto. Nuestro vuelo salió a las 9:20pm, luego de una hora de retraso y llegamos a Chicago a las 10:38pm. Fue una gran manera de pasar un fin de semana largo, y pronostico que no será mi última vez en Toronto.
El itinerario de este viaje a Toronto lo puedes ver AQUÍ.
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He estado en Toronto varias veces y nunca he podido subir el Torre CN…qué envidia (qué morro :P). Gracias, como siempre, por compartir tus aventuras.
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Pues ahí tienes una excusa para regresar a Toronto. Gracias por siempre leerme. ¡Felices fiestas! 🎄 🎁 ⛄️
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¡Ojalá! Debería buscar vuelos para vacaciones de primavera (que todavía llamo «Semana Santa» pero no coinciden) a Toronto o Montreal 😀
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La aerolínea canadiense Porter tiene buenos precios. Los vuelos salen de Midway y llegan a Toronto City Airport (Billy Bishop). El pasaje me costó US$201 e incluye la maleta, bebidas y snacks.
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Hablaré con El Chico…nunca ha estado en Canadá. La cosa es que si voy a Canadá igual no vuelvo a Trumplandia Jaja. Gracias por el consejo!
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Tengo muchísimas ganas de ir a Canadá! Espero ir el próximo año! me guardo tus rutas por el país! un abrazo!
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Canadá tiene muchas ciudades muy bonitas y variadas. Sé que te va a gustar cuando visites el bonito país. Gracias por pasarte por el blog y dejar tu comentario. Abrazo desde las gélidas tierras del estado de Wisconsin, Estados Unidos.
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