Día 5 Valle Sagrado
A las 8am nos buscaron al hotel el representante del tour que contratamos para que nos llevara al Valle Sagrado. Caminamos cruzando la Plaza de Armas hasta llegar al lugar donde abordamos el bus. La ruta hacia el Valle Sagrado de los Incas es impresionante. Se pueden ver algunos nevados, los valles entre los Andes, y varios otros paisajes.
Luego de 45 minutos llegamos a las ruinas de Pisaq. Lo primero que notamos es que ya hay varios buses turísticos estacionados en la entrada y varios vendedores ambulantes. Luego de salir airosos sin comprar nada de los vendedores entramos al complejo arqueológico. Pisac es una impresionante construcción edificada en el periodo del auge del imperio Incaico. Se puede observar el gran trabajo logrado por los Incas, a través de varias terrazas agrícolas que adornan las montañas a su alrededor. En el templo de Pisac se encuentra el intiwatana (reloj solar) y las edificaciones que fueron habitadas por la nobleza Inca hace 500 años.
Estuvimos poco tiempo caminando y admirando el lugar. Luego salimos del complejo arqueológico para dirigirnos al pueblito de Pisac. Visitamos una tienda en la cual confeccionan y venden prendas hechas en plata. Los precios no eran tan baratos como esperábamos. Seguimos en el bus hasta llegar al restaurante El Maizal en Urubamba. La comida nada del otro mundo, pero estaba incluida en el tour que tomamos.
La próxima parada fue en el Complejo Arqueológico Ollantaytambo. Este complejo inicialmente fue considerado una fortaleza, a causa de sus gruesos muros, pero hoy se sabe que se trataba de un lugar donde descansar en los largos recorridos que se hacían por el Camino Inca, hacia los sitios más destacados del Imperio. En el caso de Ollantaytambo este era un lugar de reposo cercano al Santuario Histórico de Machu Picchu.
Lo primero que se ve son las terrazas, las cuales sirvieron para el cultivo y tenían un acueducto. También sirvieron para detener la corrosión de los templos más importantes. Arriba en el complejo se encuentra el Templo del Sol, o más bien, una de las paredes del templo. Es una de las obras más impresionantes de la arquitectura inca. Algunas de las piedras del Templo de Sol pesan más de cuarenta toneladas y fueron traídas de una cantera elevada en la montaña que se encuentra al otro lado del río. Hoy en día, en el camino desde la cantera hasta el templo hay docenas de enormes piedras que la gente conoce como «piedras cansadas», ya que se cree que nunca pudieron ser transportados a su destino, estas piedras son la razón por la que algunos historiadores afirman que el Templo del Sol quedó inconcluso cuando la invasión española llegó.
Frente al complejo de Ollantaytambo se encuentra el cerro Pinkuylluna el cual tiene una roca tallada en forma de rostro humano que representaría a Wiracochan o Tunupa. Este fue un personaje civilizador, quien lograra definir un sistema de producción, tratamiento y almacenaje de productos. De allí que se lo asociara con los almacenes ubicados en la ladera del cerro. En la base del complejo se encuentran varias fuentes y el Templo del Agua. Las fuentes recogen aguas de los deshielos y aun se encuentran en funcionamiento y se puede ver el agua pasar por los canales y fuentes.
A las 3:30pm salimos del complejo arqueológico, paseamos por los kioscos que se encuentran a la salida y caminamos unos 20 minutos hasta llegar al terminal de trenes. Nuestro tren a Aguas Calientes salió puntual a las5:00pm. Son casi dos horas de camino y vamos bordeando al Rio Urubamba en todo el camino hasta llegar al terminal de trenes de Aguas Calientes. Estuvimos como 20 minutos buscando a una persona que se supone nos recibiera en el terminal, pero nunca llego nadie. Así que preguntamos por el lugar exacto donde estaba nuestro hotel y caminamos unos 15 minutos, subiendo una cuestita, hasta llegar a Terrazas del Inca.
Nos registramos, soltamos el equipaje, y nos fuimos en busca de un restaurante porque estábamos esmayaos. Por S/. 15 comimos aperitivo, plato principal, postre y una limonada. No era la mejor cena, pero por ese precio no nos pudimos quejar. De vuelta al hotel, un baño y a dormir que al otro día debíamos estar a las 7am en la estación de buses.
Puedes ver el itinerario completo AQUÍ
Pingback: De regreso al Perú | Rutas Trazadas