Día 7 – 4 de julio de 2014, Edimburgo
Nos levantamos, desayunamos, tomamos el bus y nos volvimos a bajar en High Street con la intención de visitar la atracción principal de la ciudad, el Castillo de Edimburgo. Para llegar al castillo subimos por la Royal Mile (High Street) hasta encontrarnos de frente la entrada y boletería del castillo. Pagamos £16.50 por el boleto y procedimos a entrar cruzando la gran Puerta de Foog, construida con roca volcánica.

El castillo fue construido en una colina desde donde se tienen unas vistas panorámicas de la ciudad, el Mar del Norte y el estuario Firth of Forth. Lo primero que hicimos fue apreciar la vista y tomar varias fotos de la ciudad. De paso, vimos el cambio de guardia que se estaba llevando a cabo en ese momento.


Luego entramos al Palacio Real el cual contiene las joyas de la corona escocesa. Las Joyas de la Corona, conocidas como «Honours of Scotland» están compuestas por la Corona, la Espada del Estado y el Cetro. También en el Palacio Real vimos una breve exposición sobre la historia de los reyes de Escocia.

Salimos del palacio y mientras caminábamos nos dimos cuenta que las personas ya se estaban aglomerando para presenciar el cañonazo de la una. Así que nos unimos a los otros turistas y esperamos el disparo del cañón. Desde el 1861 se lleva disparando el cañón a la 1pm en punto todos los días excepto domingos, navidad y viernes santo. En un principio el objetivo de disparar el cañón era indicar la hora a los marineros y a la gente del pueblo para que pusieran sus relojes en hora.
Del área del cañón salimos para la Capilla de St. Margaret. Margaret fue una princesa inglesa que huyó de Inglaterra ante la invasión normanda. Era una fiel católica e hizo muchas obras de caridad. Luego de su muerte, su hijo el rey David I de Escocia mandó a construir la capilla en su honor. La capilla es considerada el edificio mas antiguo de Escocia. La visita se hace en varios minutos pues es pequeñita y no hay mucho que ver adentro. Lo más que me gustó de la capilla fueron los vitrales.

Dejamos la capilla atrás y nos adentramos en las Prisiones de Guerra. El sótano del castillo lo usaron como prisión y con la recreación actual se puede observar lo hacinados que vivían los prisioneros. Ademas de prisioneros de guerra, habían piratas del Caribe que fueron capturados mientras navegaban por las costas escocesas de Argyll. Los reos dormían en hamacas hacinadas una al lado de la otra, en condiciones bien precarias. Aún conservan puertas originales de la carcel las cuales mantenían cautivos a los prisioneros.

Con las prisiones terminamos el recorrido por el castillo. Mientras bajábamos por la Royal Mile nos encontramos con un escocés vestido con tu vestimenta tradicional y tocando la gaita. Ahí hicimos una corta parada para escuchar la música y darle una propina.
Seguimos bajando la Royal Mile y nos encontramos con la estatua del gran filósofo edimburgués David Hume. Hume no tan solo fue un filósofo, también fue economista e historiador. Sus obras sobre el empirismo y la religión causaron un gran revuelo en su tiempo, hasta el punto de que fue acusado en numerosas ocasiones de ser un hereje. Una de sus frases más conocidas es: La razón es, y solo debería ser, la esclava de las pasiones. Si se fijan en el dedo gordo del pie de la estatua, verán que se ve de un color dorado pulido pero el resto de la estatua es de color verde. Está así porque es el dedo de la suerte. Los estudiantes de filosofía tocan el dedo gordo del pie de Hume para que se les transfiera su conocimiento y ser exitosos en los exámenes.

Continuamos caminando y pasamos frente a la catedral St. Giles, considerada la iglesia madre del presbiterianismo y de la Iglesia de Escocia. Frente a la iglesia vimos la estatua del líder protestante John Knox. También vimos en el camino el edificio que alberga el Banco de Escocia, el cual es la única institución comercial creada por el Parlamento de Escocia que aún sigue en funcionamiento.


Luego fuimos a la Galería Nacional de Escocia que se encontraba a unos pasos del banco. En la exposición de la Galería Nacional habían cuadros de Monet, Tiziano y Van Gogh, y numerosas obras de artistas escoceses. La entrada es gratuita y tiene WiFi gratis.


Caminamos por el parque público Princess Street Gardens hasta llegar al Monumento a Scott. El monumento tiene unas tonalidades oscuras las cuales contrastan grandemente con el verdor del parque. Es el monumento mas grande del mundo que se ha construido en honor a un escritor. Esta torre se erigió en honor al autor edimburgués Sir Walter Scott, considerado el escritor más influyente y más patriótico de Escocia. Pagamos £4 y comenzamos a subir los 287 escalones de la escalera que es en forma de caracol. A mitad de escalinata ya me faltaba el aire, pero las vistas que íbamos teniendo a través de las ventanas recargaba las energías para uno seguir subiendo y llegar hasta la cima del monumento. Y es que no hay de otra pues no hay elevador en la torre. Desde la cima de la torre se tiene una vista de 360 grados de la hermosa ciudad. Se puede ver el Hotel Balmoral con su distintivo reloj, el Castillo, Old Town, el Fiordo de Forth, Calton Hill, la Galería Nacional y la Princess Street entre otros lugares.




Bajamos de la torre y caminamos de regreso a la Royal Mile pero esta vez cruzando el North Bridge. Paramos en una tienda de recuerdos donde compré unas galletas de mantequilla típicas escocesas marca Walkers Shortbread. De la tienda fuimos a la Royal Mile a cenar y luego al bed and breakfast a descansar luego de un día largo de mucho caminar.

Para ver el itinerario completo del road trip por Reino Unido e Irlanda haz click AQUÍ

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Me muero por conocer Princess Street Gardens, se ve de pelicula!!
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Toda la ciudad es de película. Es mi ciudad favorita del Reino Unido. Gracias por comentar. ✌🏽
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