Nos levantamos temprano para poder aprovechar el día ya que teníamos un itinerario algo extenso. Caminamos unos 10-15 minutos hasta llegar a la estación de trenes Eastwick. En la estación no venden los tickets del tren, los venden dentro del tren y solo aceptan dinero en efectivo. La persona que vende los boletos nos recomendó el One Day Independence Pass por $12 con validez durante todo el día y se puede usar en el tren y en el metro.

Nos bajamos en la última estación, Jefferson, que está en el centro de la ciudad y paramos a desayunar algo rápido en Dunkin Donuts. Caminamos por la Market Street hasta que llegamos al Independence National Historical Park que se encuentra dentro de la Old City o Ciudad Vieja. La gran mayoría de los lugares que teníamos en agenda para visitar en ese día estaban en la Ciudad Vieja o en sus alrededores. Una vez llegamos al parque lo primero que hicimos fue ir al Independence Visitor Center para buscar los boletos, libre de costo, para el tour del Independece Hall.

Los boletos del Independence Hall tenían impreso la hora que nos tocaba el tour, y en lo que era hora del tour nos fuimos a ver la campana en el Liberty Bell Center. Para entrar tuvimos que pasar por un detector de metales y pasar la mochila por una de esas máquinas de rayos X de los aeropuertos. Salimos del control de seguridad y caímos rápido en las exhibiciones donde se muestra, con fotos, videos y escritos, cómo fue el proceso de construcción de la campana, su papel en la creación de los EEUU y cómo se convirtió en un símbolo para los abolicionistas de la esclavitud y los promotores del sufragio, o derecho al voto, femenino.

Al final, luego de las exhibiciones, se encuentra la Liberty Bell frente a una pared de cristal por donde se ve el Independence Hall con su campanario, lugar donde se ubicaba la campana originalmente. Tomamos varias fotos y nos fuimos para el Independence Hall porque ya casi era hora del tour.

El tour comenzó con una charla donde uno de los rangers del parque nos brindó información acerca de la historia del edificio y de los diferentes procesos históricos que se llevaron a cabo en el Independence Hall, incluyendo la declaración de independencia de los EEUU y la aprobación de la constitución. De la charla pasamos a la Corte Suprema de Pennsylvania que era el lugar donde el más alto poder judicial de las 13 colonias, luego estados, tenían sus sesiones judiciales. Antes de la independencia, muchos ingleses aprendieron acerca de sus derechos atendiendo a varias vistas en la corte.

Continuamos el tour en el Assembly Room que sirvió como el lugar de encuentro de la asamblea de Pennsylvania por más de sesenta años hasta que la capital del estado fue trasladada a Harrisburg en el 1799. En el 1776, el Congreso Continental declaró la independencia en este Assembly Room y en el 1787 la Constitución de EEUU fue debatida y firmada. Muchos historiadores consideran este cuarto uno de los más históricos en EEUU.

En ese mismo cuarto aún se conserva la silla original donde George Washington se sentaba cuando presidía la Convención Constitucional en 1787 junto a una mesa con una réplica de las plumas que se utilizaron para firmar la constitución. Salimos del edificio por la Plaza de la Independencia donde vimos la estatua del padre de la marina naval estadounidense y oficial naval John Barry.


Nos fuimos caminando por Library Street para ir al Carpenters’ Hall y pasamos justo al frente a lo que fue el Segundo Banco de Estados Unidos. Hoy en día alberga la Galería de Retratos, de los héroes de la revolución y de algunos federalistas. El diseño del edificio fue modelado en el Partenón de Grecia.

Al final de la Calle Library nos encontramos de frente con el Carpenters’ Hall. En el año 1774, el Primer Congreso Continental se reunió en Carpenters’ Hall en la ciudad de Philadelphia. Fue la primera vez que las colonias norteamericanas se llegaron a conocer y demostraron la unidad en frente del poder de Inglaterra. Este edificio llegó a ser la escena para preparaciones secretas y dramáticas para la separación inevitable con Inglaterra. Los delegados de las colonias escogieron a Carpenters’ Hall porque era un edificio privado y recién construido. Hasta el presente, la misma organización, «Carpenters’ Company de Filadelfia,» que construyó este edificio, todavía posee y mantiene este sitio histórico.


Caminamos como por 15 minutos hasta que llegamos a la calle residencial más antigua del país, llamada Elfreth’s Alley. Más que una calle, es un callejón tipo peatonal, con cerca de 32 casas que fueron construidas entre 1728 y 1836. En ese callejón se encuentra el Elfreth’s Alley Museum en el que se conserva el interior de una de las casas con el estilo y decoración que tenía cuando se construyó en el siglo XVIII.


Aprovechamos que estábamos cerca del Río Delaware y nos fuimos al Spruce Street Harbor Park. En los meses de verano este parque lo convierten en una especie de villa justo frente al rio. En el parque habían hamacas, restaurantes, incluyendo un restaurante flotante, luces de LED guindando de los árboles, un beer garden, y juegos para grandes y chicos. En ese mismo lugar hay una torre obelisco de 106 pies (32 metros) de alto en honor Cristóbal Colón. El memorial fue presentado en el 1992 como celebración de los 500 años del “pseudo” descubrimiento de América y también para celebrar el rol de los inmigrantes en el desarrollo de Philadelphia y de los Estados Unidos.



Tras terminar una fría cerveza caminamos hasta la estación del metro y fuimos hasta el City Hall o Ayuntamiento de la ciudad. Este edificio municipal es el más grande de EEUU y es un tesoro arquitectónico por fuera y por dentro. El exterior está cubierto por esculturas que representan las estaciones del año y los continentes. Tiene una mirador en la torre, pero no pude subir porque era sábado y no está abierto todos los sábados.


El ayuntamiento está localizado en una especie de plaza que se llama Dilworth Park y ahí tienen la obra de arte LOVE. Esperaba una escultura de mayor tamaño basado en las otras esculturas LOVE que había visto por internet. Había una fila para retratarse con las letras, pero se movió rápido.

De las escultura LOVE nos fuimos caminando hasta el Gayborhood o Barrio Gay que estaba a varias cuadras. Caminamos un rato por las calles, encontramos el cruce peatonal pintado con la bandera del arcoiris y hasta vimos varios clubs para darle una visita nocturna. Además de lo clubs, también vimos muchos restaurantes y hasta entramos a uno donde nos bebimos una cerveza.


Luego cogimos el metro otra vez para ir a los Magic Gardens. Había una larga fila, y mientras la hacíamos una de las personas que trabajan allí nos dijo que si queríamos, podíamos comprar el ticket para ir el próximo día. Así que compramos el ticket y como teníamos hambre nos fuimos caminando, unos 20 minutos nos tomó, hasta llegar a Geno’s Steaks. Geno’s es uno de los lugares más populares para probar el Philly Cheesestake. En realidad hay dos lugares igual de famosos, el que mencioné y Pat’s King of Steaks y se encuentran uno frente al otro. Nosotros nos decidimos por Geno’s porque aunque en ambos lugares había fila, creíamos que la de Geno’s era menos larga. Ya pasados 30 minutos llegamos a la ventanilla y ordenamos. Junto a la ventanilla de ordenar había un mensaje que decía que se ordenara en inglés porque eso es América, algo que me pareció medio racista. Ya con ese mensaje me estaba desilusionando el lugar. Luego cuando probé el famoso sandwich, completé de desilusionarme. El sandwich es soso, algo típico en la cocina de los gringos, y bien, pero bien grasiento. A nosotros no nos gustó para nada.


Botamos la mitad de los sandwiches y cogimos un Uber de vuelta al hotel. Y como ya mis pies no daban para más pues esa noche nos quedamos en el hotel descansando.
Puedes ver el itinerario completo de mis tres días en Philadelphia presionando AQUÍ
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¡Estuve hace unos años en pleno invierno y tras una tormenta de nieve y la ciudad tiene un aire y un color totalmente distintos en tus fotos! :O
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El Invierno todo lo cambia. Aún así, espero hayas disfrutado de Philly. 🙂
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