Nos levantamos a las dos de la madrugada porque teníamos que coger un vuelo que salía a las 5am con destino Jaisalmer. La noche anterior habíamos coordinado con personal del hotel que nos consiguiera dos taxis para ir al aeropuerto y al hacer check out ya los taxistas estaban en la calle esperando por nosotros. La ruta al aeropuerto tomó unos 40 minutos y el taxi nos cobró Rs1200. En los aeropuertos de India es requisito mostrar la reservación e identificación para poder entrar a la terminal y las filas suelen ser bastante largas, sin importar la hora del día. Eso fue algo que descubrí esa madrugada al llegar al Terminal 3 del Aeropuerto Internacional Indira Gandhi. Aunque esa fila de personas se movió bastante rápido, no así la fila del counter donde las personas hacen check in y facturan sus maletas. Nosotros llegamos con dos horas de anticipación y estuvimos casi una hora para poder facturar la maleta y obtener las tarjetas de embarque. No tan solo fue la gran cantidad de personas que había en fila, si no que el sistema electrónico de las computadoras se cayó en todo el terminal y estuvo como 20 minutos o más sin funcionar.
Con las tarjetas de embarque y pasaporte en mano nos fuimos directo a pasar por seguridad y allí nos esperaba otra fila, y nosotros ya íbamos tarde. En India hay dos filas para pasar por seguridad, una para las mujeres y otra para los hombres. La fila de las mujeres circulaba bastante rápido y era mucho más corta, comparada con la de los hombres. Para colmo paso la mochila de la cámara por la máquina de rayos x y me piden sacar casi todo lo que tenía en ella para volver a pasarla por los rayos x. Salí del área de seguridad y cuando vemos el monitor con los vuelos y puertas de embarque vimos que el vuelo de nosotros tenía una de las frases más temidas por los viajeros que van tarde, FINAL BOARDING. Ahí nos pusimos en modo de atleta y comenzamos a correr por el terminal, y para colmo nuestra puerta de embarque era de las últimas y estaba lejos. Cuando por fin llegamos no había nadie, solo los empleados de Air India en la puerta esperando por nosotros. Pero resulta, que nosotros nos éramos los únicos que estaban tarde para ese vuelo, había como 15 personas más que estaba más retrasadas que nosotros y el avión se atrasó media hora hasta que todos los pasajeros estaban abordo. Como pueden ver, la carrera que dimos por el terminal no sirvió de nada.
Volamos con Air India y todo fue excelente. Fue un vuelo de menos de dos horas y nos dieron hasta desayuno. Y el desayuno estaba buenísimo, consistía en una especie de carne guisada con papas, naan (el pan de la India), un croissant y un pudín de mangó. Aterrizamos en Surat, que fue la ciudad donde nos tocó hacer escala. El aeropuerto de Surat era pequeño con solo tres puertas de embarque y opciones limitadas de comida previamente preparada. Antes de salir de Surat probamos la comida, yo ordené la pizza personal que estaba demasiado picante, solo pude comerme la mitad. Salimos de Surat a las 10am en lo que parecía un vuelo fantasma, iba vacío. Éramos como unas 15 personas, todos los asientos que quedaban frente al mío, excepto el de la salida de emergencia, estaban desocupados. Ese vuelo fue con SpiceJet y solo nos ofrecieron agua. Mientras nos íbamos acercando más a Jaisalmer, más desértico se veía el terreno. A las 11:40am aterrizamos en el aeropuerto que se encuentra literalmente en medio del desierto. Nos bajamos del avión y caminamos por la pista hasta llegar al terminal. Recogimos las maletas y nos fuimos a buscar la transportación que el hotel nos había enviado. La persona estaba afuera esperándonos con mi nombre escrito en un cartel.
Nos echamos aproximadamente media hora en llegar al hotel y en la ruta íbamos viendo por primera vez las famosas vacas en medio de la calle de las que tanto habíamos leído. Ellas andas a sus anchas y hasta se echan una siesta en plena de la carretera, y los conductores tienen el deber de protegerlas y evitar atropellarlas. Luego de esas imágenes llegamos al bonito Hotel Pleasant Haveli, el cual se convirtió en el mejor hotel del viaje. Fue el hotel más bonito del viaje, el del mejor restaurante y donde nos dieron un trato más personal. Al llegar, mientras hacíamos check in, un muchacho que trabaja allí nos ofreció darnos un tour del Fuerte de Jaisalmer, libre de costo, y accedimos.
Salimos del hotel y nos fuimos recorriendo diferentes calles y callejuelas del centro de Jaisalmer. Mientras caminábamos tuvimos nuestro primer encuentro cercano con las sagradas vacas. Pasamos por un mercado donde había personas vendiendo vegetales y frutas. Luego subimos por una estrecha calle que estaba llena de tiendas y negocios, y al final de esa calle estaba la entrada al fuerte.
El Fuerte de Jaisalmer o Fuerte Dorado es un centro urbano donde residen unas 3,000 personas. Dentro del fuerte hay decenas de estrechos callejones, casas, templos, tiendas de artesanías y restaurantes. El fuerte fue fundado en el 1156 por el Rey Rawal Jaisal y re-enforzado por los gobernantes subsiguientes. El fuerte fue el centro de numerosas batallas entre los Batis, los Mogoles de Delhi y los Ratores de Jaipur. En años recientes el fuerte ha presentado problemas para su conservación debido al uso desmesurado de agua, en su mayoría, causado por el alto flujo de turistas.
Para llegar al fuerte tuvimos que pasar por cuatro masivas puertas. La primera puerta que atravesamos fue Akhai Pol (Pol significa puerta) y ahí fue donde tuvimos una vista más cercana del fuerte que se alza sobre una colina. Pasamos por unas tiendas y un estacionamiento y comenzamos a subir hacia el fuerte pasando por la segunda puerta, Suraj Pol (Suraj significa sol). Suraj Pol lleva ese nombre porque es la puerta que recibe los primeros rayos del sol cada mañana. Las últimas dos puertas por las que pasamos fueron Ganesh Pol y Hawa Pol, que dá acceso directo a Dussehra Chowk, la plaza principal del fuerte. Todas las puertas tienen bonitos relieves tallados.
La plaza Dussehra Chowk es el centro del fuerte y es conocida por ser el lugar perfecto para admirar la arquitectura y los detalles del tallado del Palacio del Maharaja. Aquí hay un trono de mármol, que es donde supuestamente el rey se sentaba mientras observaba las festividades que se llevaban a cabo en la plaza. Luego de ver la plaza recorrimos varios callejones del fuerte, cada uno de ellos repleto de tiendas, muchos de las tiendas estaban dedicadas a la venta de textiles y de suvenires. En ese caminar llegamos a uno de los templos Jainistas que se encuentran en el fuerte.
El Jainismo es una religión fundada bajo el régimen no teísta, cuya principal misión es hacer que sus seguidores entren en un estado de aparente “divinidad” y paz interior. Sus creencias son muy complejas, pues, acoge al ateísmo, pero aun así hace una leve referencia a algunas deidades que ayudan al proceso de reencarnación. Practican ayuno y ejercen castigos corporales sobre ellos mismos; intentan llevar una vida fundamentada en la igualdad de los seres vivos, actuando con responsabilidad y sin violencia, además de no apegarse a los bienes materiales. El ser vegetarianos, para ellos, es una forma en la que se puede ayudar a mantener una convivencia pacífica con todos los organismos vivientes. Pues, al comer animales, por ejemplo, se está faltando al respeto a la existencia de estos y sería un ejemplo de violencia hacia otros.
El templo al que llegamos se llama Chandraprabhu Swami pero estaba cerrado. Hay siete templos Jainistas en Jaisalmer y suelen abrir únicamente durante las mañanas, y nosotros llegamos en la tarde. Los templos se construyeron entre los siglos XV y XVI y están dedicados al profeta Jainista Chandraprabhuji. El exterior del templo es sumamente bonito, con un tallado espectacular. Si interesan entrar a los templos se tiene que descalzar y está prohibido entrar con artículos hechos con cuero, como carteras, relojes y correas.
Antes de irnos del fuerte decidimos visitar el Palacio del Mahajara que tuvo un costo de entrada de Rs500 más Rs100 por la cámara. El palacio de cinco niveles, exquisitamente tallado, ofrece a sus visitantes una visión de la historia y el patrimonio de Jaisalmer. La exhibición incluye un trono de plata adornado, palanquín, enormes colecciones de armería con habitaciones adornadas. El museo también tiene una interesante colección de esculturas que datan del siglo XV, sellos y otros artefactos. El recorrido del museo terminó en la terraza de la azotea, que tiene una vista imponente de la ciudad dorada de Jaisalmer.
Salimos del Palacio y justo antes del salir del fuerte entramos a un bar/restaurante llamado Karma donde nos refrescamos dándonos una cerveza Kingfisher. Luego nos regresamos caminando hasta el hotel y allí el muchacho que nos estaba dando el tour se ofreció a llevarnos a los cenotafios de Bada Bagh. Para poder entrar a los cenotafios tuvimos que pagar Rs150 más Rs100 por la cámara. Bada Bagh, que significa gran jardín, es serie de cenotafios reales de los Majarás de Jaisalmer, incluido el de Jai Singh II (Maharaja Sawai Jai Sing). El primer cenotafio fue construido para Jai Singh II por su hijo, Lunkaran, en el siglo XVI. Jai Singh II fue conocido por su contribución para convertir a Jaisalmer en una ciudad verde. Y para honrarlo, su hijo estableció un memorial en forma de cenotafio cerca de la represa y creó un gran parque a su alrededor. Todos los cenotafios que vimos en Bada Bafg tienen techos tallados y elegantes estatuas ecuestres de gobernantes. Fuimos poco antes del atardecer, justo en la hora dorada, y esto hizo que los cenotafios brillaran con una luz especial.
Nos quedaban solo minutos para el atardecer y queríamos ir a verlo un área alta con buenas vistas de la ciudad y su fuerte. El guía nos dijo que nos iba a llevar a uno de los mejores puntos para ver el atardecer en Jaisalmer. Fuimos a Sunset Point y allí estuvimos casi dos horas fotografiando los diferentes colores del cielo, del Fuerte y de la ciudad según se iba escondiendo el sol. Pero no éramos los únicos, eso estaba abarrotado de turistas con sus trípodes tratando de sacar las mejores fotos del atardecer. Sunset Point debe estar en los lugares que se tiene que visitar mientras se está en Jaisalmer. Y con esas vistas impresionantes que tuvimos le pusimos fin al recorrido por la Ciudad Dorada. Al terminar de fotografiar la ciudad nos regresamos al hotel y cenamos en el restaurante que se encuentra en la azotea.
Presiona AQUÍ para que veas el itinerario completo de las dos semanas en India.
wow. estas fotos son increible. Im gonna put this on my list of places to visit! Amazing. Thanks for sharing!
Me gustaLe gusta a 1 persona
India needs to be on every treveler bucket list!
Me gustaMe gusta
SpiceJet, ese nombre come que me da un poco de miedo jaja. Que viaja muy educativo…mucha cultura por alli. La comida del avion Air India se mira ricisima. Como fue el vuelo? Todo bien?
Me gustaLe gusta a 1 persona
La comida era a little bit spicy pero muy buena. El vuelo de AirIndia fue excelente, muy tranquilo y las azafatas muy atentas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Ruta 21: Dos semanas en India
Pingback: Ruta 21 Día 1: Jama Masjid, Fuerte Rojo, Raj Ghat & Puerta de la India