Luego de regresar del paseo en bote nos fuimos a recorrer algunos de los ghats. El bote nos dejó en el Chousatti Ghat, que fue el mismo ghat donde nos recogió. A diferencia de la madrugada, ya en los ghats se podía ver los residentes de Varanasi, turistas nacionales y extranjeros recorriendo estos espacios tan únicos. También pudimos ver más de cerca las personas mientras se bañaban y lavaban sus ropas en el río Ganges, algo que se repetía ghat tras ghat.
Salimos de las escaleras de Chasoutti Ghat y llegamos hasta AhilyaBai Ghat donde las personas que se bañaban en el río, mayormente hombres, compartían el espacio con los botes que en la madrugada se utilizaron para paseas a los turistas por el río. Justo al lado de AhilyaBai Ghat esá el más famoso de los ghats, el Dashashwamedh Ghat. Aquí es donde la mayor parte de residentes y visitantes se concentran, y donde más vendedores hay. Este ghat es el más famoso por que es donde se lleva a cabo la ceremonia de la Puja cada noche al atardecer.
Al pasar Dashashwamedh Ghat decidimos buscar donde almorzar. Mientras caminábamos íbamos evaluando los menús de varios restaurantes, pero no encontrábamos uno que nos llamara la atención. Terminamos almorzando en un restaurante llamado Dolphin que a leguas se veía que era turístico. Resulta que éramos los únicos clientes en ese momento. Yo me pedí una pizza margarita con dos cervezas y pagué Rs760. La pizza estaba muy buena y el lugar muy bonito, nos convenció de regresar en dos ocasiones adicionales.
Salimos del restaurante y subimos unas escaleras que nos llevaron directo al Parque Deshbandhu Chittaranjan Das. Alrededor de este parque es donde se concentra el mercado. En los negocios de las aceras venden comida, prendas y recuerdos de todo tipo pero principalmente figuras de los diferentes dioses del hinduismo. En cambio, en la calle vendedores ambulantes lo que ofrecían eran frutas, vegetales, verduras y especias. Allí uno de mis amigos compró unas guayabas cuyo tamaño eran bastante más grande a las guayabas que tenemos en Puerto Rico.
Del mercado nos regresamos al Río Ganges para seguir recorriendo los ghats. Continuábamos viendo personas bañándose en el río, nos dimos cuenta de que no importa la hora, siempre veríamos gente bañándose, nadando, rezando o simplemente refrescándose en las aguas del río más sagrado de la India. Estábamos algo cansados y acalorados y decidimos regresarnos al hostal para ducharnos y descansar para estar listo para asistir a la Puja al atardecer.
- Pared del Hostal Wanderer
Poco después de las 5pm salimos del hostal y nos encaminamos a Dashashwamedh Ghat bordeando el Río Ganges. Aprovechamos que aún faltaba cerca de una hora para que comenzara la Puja y recorremos el ghat visitando varias tiendas de recuerdos. Yo me dediqué a observar las personas que caminaban por el ghat y a tomarles fotos. Poco a poco, según nos acercábamos a las 6:30pm, más personas iban llegando al ghat, y se sentaban en los escalones de la escaleras listos para ser testigos de la Puja.
La Puja se realiza diariamente al atardecer por un grupo de sacerdotes en el Dashashwamedh Ghat. Por medio del ritual de la puja se hace un compromiso con el Señor Shiva, Mata Gange, Surya, Agni, así como con todo el universo creado por el Señor Shiva. El ritual lo realizan con lámparas de latón que acompañan el canto del mantra en presencia de la multitud. Todos los sacerdotes que realizan el ritual de la Puja usan la misma tela, el dhoti y el kurta, que están bien unidos con una toalla larga. Primero hacen la preparación del Gange aarti haciendo una colección de los cinco tablones elevados, una lámpara de aceite de varios niveles, un ídolo de la Diosa Ganga, flores, varitas de incienso, un caracol, una lámpara de bronce grande y pesada con una capucha de serpiente en la orilla del río Ganges.
El ritual al que asistimos comenzó a las 6:40pm y duró una hora. No tan solo éramos las personas en el ghat observando el ritual, si no que un grupo de botes llenos de devotos y turistas llegaron a orillas del río para observar desde otro ángulo el ritual. Nosotros nos fuimos antes de que se acabara la ceremonia. Estábamos cansados y hambrientos, y decidimos regresar al mismo restaurante donde almorzamos llamado Dolphin. Esa noche cené papa asada cortada en trozos con salsa marinara y queso junto a una coca cola por Rs470. Del restaurante nos regresamos directo al hostal donde caímos rendidos luego de otro largo día en India.
La primera parte de este día la puedes leer AQUÍ.
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