Tras una noche intensa nos levantamos hambrientos. Fuimos a desayunar a la panadería más cercana que teníamos llamada Panadería Pan a Peso. Huevos revueltos con jamón y queso, tostadas, y un jugo de china (naranja) fue el combustible que nuestros cuerpos, y mentes, necesitaban para comenzar un nuevo día. Nos regresamos al apartamento y yo aproveché para tirar unas fotos del lago que está al lado del complejo de apartamentos. El agua estaba tan serena que reflejaba perfectamente el cielo, parecía un espejo.
Mi mamá y mi padrastro habían llegado al medio día al Muelle Panamericano de San Juan y ya estaban abordando el crucero. Nosotros salimos para el muelle al medio día de casa de Edwin quien nos hizo el favor de llevarnos. Poco antes del muelle paramos en un hotel para sacar dinero de un cajero que había en el lobby. Luego de dar varias vueltas, porque nos pasamos la entrada al estacionamiento y no había lugar donde virar, por fin a la 1pm estábamos ya en el muelle. En San Juan hay dos muelles, el Muelle del Viejo San Juan el cual considero es el más bonitos de los dos, y el Muelle Panamericanos en Isla Grande, que se encuentra al otro lado de la bahía de San Juan y ese era el muelle donde teníamos que llegar.
En las afueras del muelle estaba el personal del crucero recogiendo y facturando las maletas, lo que fue un éxito porque no tuvimos que cargar con ellas por el terminal. Al entrar al edificio que alberga el muelle pasamos por unas tiendas donde vendían todo tipo de suvenires y hasta una tienda Duty Free vimos allí. Luego pasamos control de seguridad y fuimos directo a registrarnos. Allí nos dieron una forma que había que llenar, nos tomaron una foto y nos dieron la tarjeta que nos daría acceso al barco y al cuarto. Con tarjeta de abordaje, y siguiendo un letrero que leía Hacia el Barco, nos dirigimos a abordar el crucero. En la entrada del barco personal del crucero escanearon nuestras tarjetas y luego pricedimos a entrar.
Tan pronto entramos al barco fuimos directo a los cuartos. El cuarto de mami y mi padrastro estaba muy cerca al cuarto de nosotros, solo tres cuartos entremedio nos separaban. Ya nos habían informado cuando facturamos el equipaje que las maletas las llevarían a los cuartos luego de las 3pm y la mía y la de Arelis ya estaba esperando por nosotros frente a la puerta, en cambio la de mami aún no se la traían. El cuarto de nosotros era bastante pequeño en comparación con el de mami que era para personas con problema de movilidad. Aún así creo que era adecuado para el tiempo que pasaríamos en el cuarto que era la mayor parte de las veces a la noche cuando íbamos a dormir. La ducha estaba al lado derecho de la puerta de entrada, el inodoro al lado puesto. La cama era grande y súper cómoda, y a los pies de la cama estaba el minibar, el lavamanos y el televisor.
Del cuarto nos fuimos rápidamente a la cubierta en el nivel 15 donde se encuentran las piscinas, barras al aire libre, parque de agua, pared con piedras para escalar y buffet. Primerizos al fin nos fuimos a recorrer el piso. En la popa vimos la piscina para adultos que más bien parecía un jacuzzi de lo pequeña que era. Allí mismo había un televisor gigantesco donde estaban transmitiendo deportes. Vimos una barra allí mismo y pedimos la primera cerveza del viaje. Nos la bebimos en unos asientos que había frente a los elevadores y luego nos fuimos a caminar por el área de las otras piscinas. Aproveché y tomé varias fotos del Viejo San Juan, desde la cubierta podíamos ver claramente el Capitolio y el Morro. La intención de ir al área de las piscinas no era darnos un chapuzón, si no sentarnos en la barra y seguir a consumiendo el dinero que habíamos invertido.
En este crucero las bebidas alcohólicas estaban incluidas hasta un máximo de $15 por bebida. Si la bebida costaba más de esa cantidad, pues había que pagar la diferencia. Durante el viaje nosotros nos enfocamos en beber cervezas mayormente, y uno que otro mojito y sangría, y ninguna de esas bebidas sobrepasaron de $15. Había tantas personas en la barra ordenando, que los bartenders tardaban en atender a uno. Esa fue una de las cosas que no me gustó del crucero, mucha gente que quiere beber al mismo tiempo tratando de ordenar en una barra con solo tres o cuatro personas atendiendo. Al lado de la piscina, frente a la barra, había una tarima donde una banda de rock en español mantenía un ambiente festivo. Sin saberlo, ese sería el lugar donde pasaríamos la mayoría de las noches.
Tras dos cervezas tuvimos que bajar al novel donde se encontraba el casino donde se iba a llevar a cabo el simulacro de seguridad. El simulacro duró una media hora, y en ese tiempo nos acomodaron por secciones, pasaron lista para asegurarse que todos los pasajeros de cada grupo estaban en el lugar y nos dieron unas instrucciones de qué hacer y hacia donde ir en caso de emergencia. Tan pronto se acabó el simulacro subimos otra vez al área de la piscina, pedimos una cerveza y nos fuimos a cenar en el área del buffet que estaba al lado de la barra donde estábamos bebiendo.
El buffet tenía una cena temática cada noche, pero ese primer día yo no recuerdo cual era el tema. Los siguientes días los temas fueron cena latina, cena especial de año nuevo, cena italiana, cena mexicana, cena oriental, y parrillada. Todas las noches las cenas estuvieron espectaculares. Las muchachas que nos recibían en el restaurante buffet, que se llama Garden Café, siempre estaban vestidas acorde con el tema de la noche. Garden Café fue donde desayunamos todos los días y donde cenamos seis de los siete días que anduvimos de crucero.
Salimos de cenar y aún continuábamos en el muelle. El capitán anunció que había un atraso por mantenimiento del barco y que saldríamos mas tarde. Nosotros volvimos a la barra y allí estuvimos bebiendo toda la noche mientras una orquesta de música tropical amenizaba la noche. Y como la mayoría de las personas en el crucero eran de Puerto Rico, pues allí estaban demostrando las mejores movidas en la salsa, el merengue y la bachata. Como a las 10pm bajamos a los cuartos y tras media hora de descanso me regresé a cubierta con Víctor esperando ver cuando zarpáramos. Tomé algunas fotos del barco y a la media noche me di por vencido, me fui a dormir y nunca vi el barco zarpar.
El itinerario de los siete días en crucero los puedes ver AQUÍ.
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