Ruta 30 Día 3: Olympic Sculpture Park, Gas Works Park, Fremont Troll, Starbucks Reserve

El tercer día en la ciudad decidimos probar el desayuno de otro lugar. Para eso buscamos en la aplicación Foursquare opciones que estuvieran de camino al parque al cual nos dirigíamos y fue así como terminamos desayunando en CJs Eatery. Había gente afuera del restaurante esperando por mesas disponibles. Nosotros nos añadimos a la lista y en quince minutos nos sentaron. Ordenamos dos tortillas Denver (llevaban jamón, pimiento, cebolla y queso cheddar) y estaban acompañados por papas y bagel. Todo estaba delicioso, y pagamos $35 por ese suculento desayuno.

Salimos de CJs Eatery y a tan solo tres cuadras ya estábamos en el Olympic Sculpture Park. El Parque de Esculturas Olympic, creado y operado por el Seattle Art Museum, es un parque público con veinte esculturas modernas y contemporáneas en el centro de Seattle. El parque, que se inauguró el 20 de enero de 2007, consta de un museo de esculturas al aire libre, un pabellón interior y una playa en Puget Sound.

Entramos al parque por área donde está el pabellón, que estaba cerrado por medidas preventivas para combatir el Covid-19, y lo recorrimos siguiendo el Moseley Path que es un sendero en forma de Z que atraviesa el parque y pasa por todas las esculturas. De las esculturas que se encuentran en ese sendero algunas que más me gustaron fueron The Eagle de Alexander Calder y Stinger de Tony Smith.

El sendero concluye con un recorrido por un paseo marítimo donde está el resto de las esculturas que forman parte del parque. Nosotros recorrimos el paseo en dirección norte y vimos las cinco esculturas que hay en esa área. De estas esculturas, las más interesantes para mi fueron Echo de Jaume Plensa y Schubert Sonata de Mark di Suvero.

Al llegar a la última escultura decidimos seguir caminando, bordeando el mar, siguiendo el sendero Elliot Bay Trail que comparte los peatones y ciclistas. Desde esa área se ven las montañas que conforman el Olympic National Park o Parque Nacional Olympic. Los picos de las montañas estaban nevados, y se veían perfectamente desde Seattle. En ese recorrido pasamos por dos playas, una de ellas Pocket Beach. La playa no se veía apta para bañistas, tenía demasiadas rocas grandes justo a orillas de la playa, pero las vistas eran muy bonitas.

El sendero continuaba, pero decidimos virar para llegar hasta la calle y pedir un Uber para llegar al próximo lugar que queríamos visitar. En menos de veinte minutos ya estábamos en Gas Works Park. El parque Gas Works Park se encuentra en el lugar donde estaba la antigua planta de gasificación Seattle Gas Light Company, ubicada en la costa norte del Lago Unión. El parque contiene los restos de la única planta de gasificación de carbón en los Estados Unidos. Gas Works Park incorpora numerosas piezas de la antigua planta. Algunas están en ruinas, mientras que otras han sido reacondicionados, pintados e incorporados a una estructura de «granero de juegos» para niños, construida en parte a partir de lo que era el edificio del extractor-compresor de la planta.

Tan pronto entramos al parque vimos las estructuras antiguas y hasta entramos al granero de niños donde había varias familias haciendo un picnic. Ese día había un mercado donde estaban vendiendo comida, ropa y otras cosas. Nosotros aprovechamos y nos compramos un bizcocho de caramelo que estaba muy rico. El parque estaba bastante concurrido, pero es que el día soleado (algo no muy típico de Seattle) con un cielo azul con apenas nubes invitaba a pasar todo un día allí. Hasta vimos personas disfrutando del lago en paddleboards y tomando sol.

Seguimos caminando por el parque y nos encontramos con un grupo de personas vestidas de blanco que estaban cantando. Rápido nos dimos cuenta de que era una boda, presumo que de personas procedentes del continente Africano por los cánticos y vestimenta. Ahí estuvimos un rato viendo las personas cantar y bailar. Aprovechamos también para tomar fotos del skyline que se veía completamente.

El parque tiene una pequeña colina hacia donde fuimos a coger un descanso. Allí había personas con niños y con perros, todos relajados disfrutando de las vistas del lago y del skyline de la ciudad. Estuvimos cerca de media hora tranquilos y tomando fotos. Después de coger ese merecido descanso caminamos de regreso hasta la salida del parque, no sin antes echarle un vistazo a varios puestos del mercado que no habíamos visto cuando entramos al parque.

Al salir del parque pedimos un Uber y nos fuimos a ver el troll de la ciudad. El Fremont Troll es una escultura que fue creada bajo un puente del barrio Fremont con el fin de sacar a las personas sin hogar que vivían bajo el puente y evitar su regreso. Es una escultura bastante grande, mide 18 pies (5 metros y medio) de alto y pesa 13,000 lbs (5,500 kilos). La idea del troll se derivó del folclor escandinavo, especialmente el noruego. Allí estuvimos unos 15 minutos en lo que esperábamos a que personas se salieran del troll para nosotros poder tirar varias fotos.

Volvimos a pedir un Uber y esta vez regresamos al centro de la ciudad, con el fin de visitar las esferas de Seattle. Las esferas de Amazon son tres conservatorios esféricos que forman parte del campus sede de Amazon. Las esferas también albergan 40,000 plantas de treinta países. Al llegar vimos que estaban cerradas, luego descubrimos que abren al público libre de costo, pero solamente el primer y tercer sábado de cada mes y se tiene que reservar online. Nos conformamos con apreciar las esferas desde el exterior.

Caminamos un rato por la ciudad hasta llegar de regreso al hotel. Tras unas horas de descanso, me fui en scooter al Starbucks Reserve de Capitoll Hill. Hago la aclaración que no tomo café y si tomara, obviamente no sería de Starbucks, pero quería ver el edificio por dentro. El Starbucks Reserve ofrece una experiencia inmersiva sobre cómo Starbucks obtiene, tuesta y elabora sus bebidas. Además de vender café, también venden chocolates y cocteles inspirados en el café. También se puede explorar todo el proceso de tostado y conocer los diferentes métodos de preparación. Aunque cuando yo fui, no estaban tostando café. Recorrí el interior del local y hasta pasé por una pequeña biblioteca que tienen en el segundo nivel.

Ya estaba a punto de atardecer y quería regresar a Kerry Park para tomar fotos del skyline justo cuando la luz dorada del atardecer se reflejara en los edificios. Decidí coger otro Uber para llegar a tiempo ya que estaba bastante retirado como para irme en scooter o caminando. Como era de esperarse el parque estaba lleno, pero encontré un hueco donde meterme y poner mi cámara con el trípode. No tan solo la ciudad se pintó de anaranjado, sino que el volcán Monte Rainier también. Tiré decenas de fotos hasta que el sol se escondió. Antes de que oscureciera me fui caminando hasta el hotel y así culminamos nuestro tercer día en Seattle.

Échale un ojo al itinerario de los cuatro días en Seattle pinchando AQUÍ.