Había llegado uno de los días más esperados del viaje, el día que íbamos a pasar tirados en la playa comiendo y bebiendo sin hacer nada más. Ibamos a pasar el día en la playa de Varadero. El punto más cercano a los estados Unidos,Varadero, cuenta con 22 kilómetros de playa, llamada Playa Azul y con varias cadenas de hoteles tipo todo incluido. Esta área de Cuba es muy famosa entre los europeos durante los meses de invierno pues llegan hasta Cuba escapando del frío.
Antes de salir para la playa tuvimos que hacer las maletas porque no planeábamos regresar a las 12 para hacer el check out. La dueña de una de las casas nos ofreció guardarnos el equipaje en uno de los cuartos de su casa, así que dejamos las maletas y nos fuimos. Como nos quedamos en Santa Marta, las playas de Varadero nos quedaban retiradas así que no había opción de irnos caminando. Pero no quedaba muy retirado, apenas era un tramo de 5 minutos. Hicimos una parada en un restaurantito de comida rápida que no se me viene a la mente el nombre. Pedimos unos sandwiches, que vienen ya preparados y ellos lo único que hacen es calentarlo, y pizza. Luego seguimos nuestra ruta buscando la playa. En esa búsqueda decidimos parar en un negocio y preguntar donde era la mejor playa y nos dijo que la que estaba justo frente del lugar donde estábamos preguntando era de las mejores áreas. Allí mismo no estacionamos, en la Avenida Playa, entre las calles 47 y 48, y caminamos en dirección a la playa.
La playa es hermosa, de un color azul cristalino que se ve la arena bajo el agua. Es de las playas más bonitas que he visitado, y esta opinión viene de un isleño que tiene muchas playas cristalinas en su país.
Y así pasamos el día, en la playa, tomando sol y bebiendo cervezas que comprábamos en los negocios que estaban frente a la playa, cruzando la calle. Conseguimos la botella de cerveza Presidente, de la República Dominicana, por 1 CUC.
En medio de la tarde decidimos ir a buscar donde comer, así que nos fuimos caminando por las calles cerca a la playa. Y fue así como entramos a un paladar, que es una restaurante manejado por los cubanos, no el gobierno, y establecido dentro o en el patio de las casas. Es la mejor opción a la hora de comer porque la comida es mucho mas autóctona que comer en un restaurante, más económica y como no es manejado por el gobierno, se ayuda económicamente y de forma directa al pueblo cubano.
Comí mariscos, arroz con habichuelas negras y tostones. Todo estaba exquisito, especialmente los mariscos y a un muy buen precio. Luego nos regresamos a la playa y estuvimos alrededor de una hora adicional y ya a las 5pm decidimos ir a buscar el equipaje pues teníamos que conducir por 4 horas hasta llegar a nuestra tercera ciudad en este viaje, la cual era Trinidad.
Para llegar a Trinidad cruzamos una cordillera de montañas y una pena que era de noche porque imagino las vistas panorámicas que se deben tener al cruzar esa cordillera. Llegamos a Trinidad poco después de las 9pm. Y al igual que en Varadero, nos dividimos en dos casas particulares. En esta ocasión, ambas casas estaban localizadas en la misma calle y muy cerca a los lugares que queríamos visitar. Llegamos super cansados, nos dimos un baño y caímos rendidos en las camas.
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