Ya habíamos reservado el día antes la transportación para ir a Guatapé. A las 7am nos recogieron dos vehículos, una guagua SUV donde se montaron 6 personas y un carrito pequeño donde nos montamos los otros dos. La ruta desde Medellín es alrededor de dos horas, pero a nosotros nos tomó un poco más por unos inconvenientes que tuvimos.
Para empezar a mitad de camino el conductor se dio cuenta que el carro traía una goma vacía, así que se estacionó a la orilla del camino, cerca de una cafetería, para poner la repuesta. Mientras el conductor bregaba con la repuesta, nosotros nos fuimos a desayunar. Resulta que dejó las llaves encerradas con el auto encendido y no había sacado la repuesta aún. Uno de mis amigos le fue ayudar abriendo la puerta del carro, pero el proceso tomó como 30 minutos.

La primera visita la hicimos al Templo Roca en El Peñol. Esta iglesia fue construida por la comunidad y es un símbolo de la identidad del pueblo. Cuando se desplazó a los residentes del viejo Peñol para construir la represa, la iglesia fue uno de los proyectos que el gobierno se negó en construirles, entonces la comunidad se unió y la construyó. Es por esto que es un símbolo de identidad del pueblo.

Salimos de la iglesia y nos encontramos con un señor que tiene una lancha y nos ofreció sus servicios para un tour por el embalse y luego de escuchar lo que nos ofrecía decidimos cogerlo. Antes del tour por el embalse nos fuimos en el carro hasta el lugar donde está la réplica del Viejo Peñol. En esta réplica a escala vimos la plaza, la iglesia, la alcaldía, el quiosco y la tienda, también vimos varias tiendas de artesanías y recuerdos. Aquí la visita fue bastante corta, cerca de 20 minutos y luego nos fuimos caminando hasta el embalse Peñol Guatapé.

El embalse Peñol Guatapé es uno de los atractivos principales de la zona, junto al Peñón. Como mencioné anteriormente, para su creación se tuvo que relocalizar un pueblo completo y demoler las construcciones del lugar. En el muelle nos esperaba el señor con su lancha donde nos llevaría a dar un paseo por el embalse.

Mientras navegábamos en la lancha pasamos por el lado de la cruz que marca el lugar donde estaba la iglesia del pueblito. El plan original era dejar la pared de la iglesia que tenía la cruz de pie, pero según cuentan los vecinos, los obreros se emborracharon y demolieron la iglesia completa. Los vecinos decidieron entonces poner una nueva cruz en el area donde estaba la iglesia y esa es la cruz que sobresale por encima del embalse hoy en día.

Desde el embalse vimos a los lejos la gran piedra de Guatapé y la piedra del Marial. Mientras seguíamos navegando pasamos por las casas que tenía Pablo Escobar Gaviria a la orilla del embalse. Varias de ellas solo quedaban las paredes pues fueron abandonadas y saqueadas.


Luego de como una hora en el embalse nos regresamos al muelle y partimos al Peñón de Guatapé. De camino a la piedra cogimos un tráfico infernal, lo cual asumí era por ser un día feriado (viernes santo). Nos tomó dos horas llegar hasta el área donde se encuentra la piedra.
El muchacho que nos llevaba a la piedra nos dejó al lado de un puesto de gasolina para que subiéramos caminando hasta la base de la piedra porque el trafico apenas se movía e íbamos a tardar más en llegar si decidíamos quedarnos en el carro hasta llegar a la base de la piedra. Desde la gasolinera estuvimos 40 minutos subimos una montaña hasta llegar a la base de la piedra.

En la boletería compramos el boleto de entrada que costó COP$15,000 y procedimos a subir los 740 escalones en forma de zig-zag. Hacíamos paradas cada dos a tres sets de escalones para tomar aire. A mitad de piedra hay un mirador con una estatua de una virgen y ahí nos paramos a coger un descanso mientras fotografiábamos el embalse desde arriba.

Seguimos subiendo las escaleras hasta que por fin llegamos al tope. La vista que teníamos desde la cima del peñón era impresionante. Se podía ver todo el embalse y las montañas que lo rodean. Tiramos decenas de fotos y compramos agua y jugo en una cafetería que hay arriba. Estuvimos como 40 minutos en la cima del peñón y decidimos bajar porque ya comenzaba a oscurecer. Desde la base del peñón vimos uno de los atardeceres más bonitos de Colombia.



Se supone que fuéramos al pueblito de Guatapé pero el tráfico y el cansancio pudo más y nos fuimos directo a Medellín. Le pedimos al chofer que nos dejara en el Mercado del Río. El Mercado del Río es un mercado gastronómico que se encuentra en Ciudad del Río y cuenta con alrededor de 40 establecimientos entre restaurantes, bares y tiendas de comida. Las cocinas de los restaurantes son abiertas, desde afuera se puede ver los cocineros preparando los platos. Nosotros cerramos la noche comiendo pasta en el restaurante Parmasano junto a una jarra de sangría y estaba riquísimo todo.

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