Comenzamos el día en el jardín botánico de la ciudad. El Greater Des Moines Botanical Garden es un jardín botánico que se encuentra en el centro de la ciudad, justo al lado del Río Des Moines. El espacio está dividido en 10 jardines distintos, que incluyen un jardín acuático, un jardín de coníferas, un jardín de rosas y el icónico invernadero con cúpula geodésica que alberga plantas tropicales y desérticas. La entrada al jardín tuvo un costo de $10.
Tan pronto entramos nos fuimos a recorrer una colección de plantas ornamentales, plantas que se pueden tener en los jardines de las casas de los visitantes. Vimos diferentes tipos de orquídeas, bromelias y muchas otras plantas florales. Me pareció que muchas de las plantas que vimos en esa área eran de climas tropicales porque algunas de esas plantas ya las había visto en Puerto Rico y en Cuba.
En el enorme invernadero, que está albergado por una cúpula geodésica compuesta por 665 paneles de plexiglass, la mayoría de las plantas provienen de los trópicos, aunque vimos algunas que provenían de áreas desérticas o áridas. En total hay sobre 100 especies de plantas y la que más abunda son las palmeras. Hasta una cascada vimos en el invernadero.
Al ser el inicio de la primavera, los jardines exteriores aún estaban secos tras el largo y frío invierno. Lo que pudimos ver en el exterior fue el estanque que contiene 700,000 galones de agua. Desde el tablado del estanque tuvimos una vista panorámica del skyline de la ciudad. Nos regresamos al invernadero y pasamos a ver las plantas desérticas. En ese momento me di cuenta de que casi todas las plantas del desierto tienen espinas. Aprendí que en esas espinas almacenan agua.
Salimos del jardín y nos fuimos a darle un vistazo a otro jardín, al Robert D. Ray Asian Gardens que estaba a unos cuantos metros. Al llegar nos dimos cuenta de que el jardín estaba en reconstrucción, habían removido las plantas, vaciado el estanque y estaban excavando. Por lo menos pudimos llegar hasta el Pabellón Chino y apreciar los detalles. Me trajo recuerdos del viaje a China cuando visitamos el pabellón en el tope del Parque Jingshan.
Ya teníamos hambre y nos fuimos a el restaurante Malo, cuya especialidad es comida latinoamericana. Originalmente el plan era probar las hamburguesas de Zombie Burger pero los tiempos de espera para poder sentarnos era demasiado así que nos fuimos a Malo. En Malo probé el Malo Burger que traía tocineta y guacamole. Esa hamburguesa con yuca frita costó $13 y estaba exquisita. También nos pedimos una de sangría para bajar la comida y esta tuvo un costo de $7.
Nos regresamos al área del capitolio donde pude volar el drone y sacar unas buenas imágenes del capitolio y sus alrededores. También caminamos por East Village, que es el vecindario LGBTTQ+ de Des Moines.
Nos fuimos al apartamento a descansar y justo antes del atardecer me fui a orillas del río Des Moines para volar el drone y tomar fotos del atardecer desde él. Estuve justo al lado del Iowa Women of Achievement Bridge y pude tomar las mejores fotos del viaje. El rio estaba calmado y parecía un enorme espejo.
Y para terminar el fin de semana en Des Moines nos fuimos a la noche al bar The Blazing Saddle, que es el bar gay más antiguo de la ciudad (abrió sus puertas en el 1983). Esa fue nuestra primera visita a un bar luego de más de un año debido a la pandemia. Estuvimos con cubrebocas y solo nos la sacábamos para tomar del trago. Esa noche bebimos por todas las noches sin salir, y al otro día con todo y resaca, conduje por seis horas hasta llegar a casa. Creo que le sacamos provecho al fin de semana y en dos días pudimos ver lo más importante de la ciudad.
El itinerario completo de los dos días en Des Moines lo puedes ver AQUÍ.
Pingback: Ruta 29: Dos días en Des Moines