Teotihuacán, que en idioma náhuatl significa lugar donde fueron hechos los dioses o ciudad de los dioses, fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo, que llegó a concentrar una población mayor a los 100,000 habitantes en su momento de máximo esplendor. Situada en un valle rico en recursos naturales, Teotihuacán fue la sede del poder de una de las sociedades mesoamericanas más influyentes en los ámbitos político, económico, comercial, religioso y cultural, cuyos rasgos marcaron permanentemente a los pueblos del altiplano mexicano. En el año 1987 la UNESCO nombró a la Zona Arqueológica de Teotihuacán como Patrimonio de la Humanidad.
Es muy típico que los turistas lleguen hasta Teotihuacán desde la Ciudad de México en tours que te cobran mucho más de lo que costaría visitar la zona arqueológica por cuenta propia. Como a mi no me gustan los tours yo decidí ser de los otros tipos de visitantes y utilizar los medios de transporte colectivos para mi visita. Pero para poder contemplar el complejo arqueológico con la menor cantidad de turistas posible había que madrugar y mucho. A las 6am sonó la alarma y media hora después ya estábamos en la calle buscando donde desayunar. Lo único que había abierto a esa hora era Sanborns y volvimos a desayunar allí. Esta vez quise variar en el desayuno y ordené unos chilaquiles que estaban para chuparse los dedos. Al terminar el desayuno cogimos un Uber hasta la Estación Central de Autobuses del Norte. Había bastante tráfico, nos tomó cerca de 45 minutos llegar a la estación y el costo del Uber fue MX$129 (US$6.50).
Al entrar a la terminal fui directo al mostrador que decía Teotihuacán donde compré los boletos de la guagua (bus) ida y vuelta por MX$52. Salimos a las 8:41am de la estación y llegamos al complejo arqueológico a las 9:55am. La guagua nos dejó frente a la Puerta 2, cruzamos el estacionamiento y pagamos los MX$70 que cuesta la entrada. Cruzamos una zona llena de tiendas, pero como aún era temprano, estaban casi todas cerradas. Desde esa área tuvimos las primeras vistas de la gran Pirámide del Sol.
El área que está abierta al público tiene una extensión de 264 hectáreas. En ella se encuentran las principales edificaciones como La Ciudadela y el Templo de la Serpiente Emplumada, la Calzada de los Muertos, las Pirámides del Sol y la Luna, el Palacio de Quetzalpapálotl y cuatro edificaciones con ejemplos de pintura mural, como son Tetitla, Atetelco, Tepantitla y La Ventilla.
Como teníamos la Pirámide del Sol de frente decidimos comenzar con ella el recorrido. La Pirámide del Sol es la estructura más importante dentro del Conjunto Arqueológico de Teotihuacán, se sitúa en el centro de la Calzada de los Muertos, entre la Pirámide de la Luna al norte y La Ciudadela en el sur.
Su construcción se inició cuando Teotihuacán empezó a desarrollarse como una de las principales ciudades de Mesoamérica (entre los años 1 y 150 de nuestra era). Con 65 metros (213 pies) es la tercera pirámide más grande de la época prehispánica detrás de la de Cholula que mide 66 metros (217 pies) y la de Tikal que alcanza los 70 metros (230 pies). Se dice que pudo haber sido más alta, ya que estaba rematada por un santuario en su cima, quedando hoy en día sólo una plataforma cuadrada.
Caminamos hasta la pirámide y subimos poco a poco los 260 escalones agarrados de una cuerda que simula un pasamanos hasta que llegamos a la cima. Lo bueno de haber llegado durante la primera hora es que la pirámide no estaba tan atestada de personas. Una vez llegamos arriba pudimos apreciar mucho mejor la magnitud del complejo arqueológico. Desde la cima tuvimos una de las mejores vistas de la Calzada de los Muertos y de la Pirámide de la Luna. Allá arriba pasamos un rato contemplando y fotografiando el paisaje.
Bajamos de la pirámide y me fui a recorrer la Calzada de los Muertos en dirección a la Ciudadela. En realidad, bordeé la calzada, andando por unos caminos hechos en la maleza que rodea la calzada, tratando de evitar estar subiendo y bajando escaleras. Mientras más me alejaba de la Pirámide del Sol, más magnífica era la vista de ella. Pasé por varias edificaciones, entre ellas los Pisos de Mica y los Edificios Superpuestos, hasta que llegué al final donde está la gran Ciudadela.
La Ciudadela es uno de los conjuntos más notables de Teotihuacán, no sólo por sus impresionantes dimensiones y arquitectura, sino por su ubicación en el centro de la ciudad, lo que ha llevado a suponer que por lo menos en cierta época el interior de este conjunto funcionaba como residencia de los gobernantes. Sobre las grandes plataformas que conforman el cuadrángulo se localizan 15 templos que muestran las características típicas de la arquitectura teotihuacana, y en los que debieron realizarse ceremonias públicas.
En el interior de la Ciudadela cabían cerca de 100,000 personas, y en ella se encuentra la Pirámide de la Serpiente Emplumada (también conocida como Templo de Quetzalcóatl), la Pirámide Adosada, el edificio de los Altares Superpuestos y dos conjuntos habitacionales situados a los costados de la pirámide los cuales se piensa sirvieron como residencia de los encargados del culto en la pirámide o de los gobernantes de la ciudad.
Llevábamos más de dos horas bajo el sol candente de Teotihuacán y el cansancio ya se hacía presente, pero había un lugar adicional que queríamos ver antes de irnos y ese lugar era la Pirámide de la Luna. La pirámide se encuentra al otro extremo de la Calzada de los Muertos así que nos tocó caminar bastante para llegar a ella. Una de las cosas interesantes que vimos en ese último recorrido de la calzada fue el Mural del Puma que fue descubierto durante las exploraciones arqueológicas en 1963. El mural tiene un gran felino de perfil, con el hocico abierto y las patas con grandes garras. Por su coloración, la ausencia de manchas en la piel y la forma de la cola se cree que es un puma.
Dejamos al mural atrás y continuamos caminando hasta que llegamos a la Plaza de la Luna, lugar donde se encuentra la Pirámide de la Luna. La plaza se encuentra rodeada por 13 basamentos con las típicas características arquitectónicas teotihuacanas y que en su momento se encontraban totalmente pintados. La Pirámide de la Luna es la segunda edificación más alta del complejo arquitectónico con 45 metros (148 pies) de altura. Se puede subir a la pirámide, pero solo hasta la mitad, donde hay una plazoleta perfecta para tomar un descanso y observar el majestuoso complejo arqueológico.
Bajé de la pirámide y salimos del complejo por la Puerta 3. Ya era poco más de la 1 de la tarde y estábamos cansados. Tan pronto salimos a la calle vimos que la guagua que iba a CDMX estaba llegando, así que cruzamos la calle y fuimos directo a ella. Ya teníamos el boleto en mano porque lo habíamos comprado en la mañana en la estación de autobuses así que solo tuvimos que dárselo al conductor. El regreso nos tomó una hora y media, y a eso de las 2:50pm estábamos llegando a la Central de Autobuses del Norte.
Puedes ver el itinerario de los tres días en CDMX pinchando AQUÍ.
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Como siempre, que envidia me das 🙂 Esta semana estamos mirando el terremoto de la Ciudad de México de 1985 en mi clase de Latin American Natures. (Ya hemos hablado de María en PR :-/, es una clase sobre el medio ambiente en Latinoamérica). Entonces, México está en mi mente y ahora te leo con esta entrada tan interesante. Gracias por compartir 😀
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Si se trata de desastres naturales en Latinoamérica, tenemos de sobra jejejeje
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Que buen post, gracias. me sirvio
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Hola Gonzalo, bienvenido al blog y gracias por dejar tu comentario.
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Me encanto !!!!! quiero conocerrrr no tengo con quien ir …sera seguro par una mujer ir sola ??? Hay mucha inseguridad???
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Hola Telma,
Totalmente seguro. Solo asegúrate de no recorrer tarde en la noche áreas alejadas del centro de la ciudad. Y Teotihuacán es una experiencia totalmente recomendada. Gracias por pasar por el blog y dejar tu comentario.
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