Ruta 26 Día 5: Saint Kitts

Al abrir los ojos ya estábamos en el puerto de la ciudad de Basseterre, capital y ciudad más grande del país compuesto por las islas de Saint Kitts y Nevis.  Estas islas son el estado soberano más pequeño de las Américas, tanto en tamaño como en población. Saint Kitts acogió las primeras colonias británicas y francesas del Caribe y debido a esto se le conoce como la Colonia Madre de las Antillas Menores. El bonito país ganó su independencia del Reino Unido tan reciente como en el 1989.

Luego del festín que nos dimos con el desayuno procedimos a bajar del crucero. Saint Kitts fue la única isla donde pude reservar un carro con anticipación y se supone que al llegar al muelle yo llamara a la compañía y ellos enviarían un shuttle por nosotros. Tras dos llamadas a la compañía de renta de vehículos y 45 minutos de espera por fin apareció el shuttle. Me fui yo solo en el shuttle porque mami no iba a poder subir con su scooter. Había reservado una guagua tipo SUV con Hertz y al llegar me dieron una Honda CR-V por un costó de US$132. Me regresé al muelle a recoger a Mami, Víctor y Arelis y comenzamos nuestra ruta por Saint Kitts.

Siguiendo las direcciones del Google Map guiamos por media hora hasta llegar al Fortín Brimstone Hill. El Parque Nacional Fortín Brimstone Hill, declarado Patrimnio Mundial por la UNESCO, es un fortín que se encuentra en la cima de una montaña y está perfectamente conservado. Fue diseñado por ingenieros de la milicia británica, y tristemente fue construido y mantenido por esclavos africanos. Es una de las fortificaciones históricas mejor conservadas de América.

Para entrar a los predios del fortín pagamos US$10 por persona. Comenzamos la visita viendo una película acerca de la historia del lugar y de la isla. Luego recorrimos el fortín por nuestra cuenta. Al estar en la cima de una montaña las vistas que tuvimos del Mar Caribe y de la isla eran impresionantes. Caminamos por los alrededores y luego subimos las escaleras hasta llegar a la estructura principal. Allí había pequeñas exposiciones y recreaciones de cómo era la vida en el fortín.

La edificación aún conserva en excelentes condiciones los cañones que se utilizaron para defender la isla de ataques de piratas. Desde los cañones vimos la isla de Sint Eustatius o San Eustaquio con su impresionante volcán. Seguimos recorriendo el fortín y llegamos a una especie de plazoleta al aire libre que estaba rodeada completamente por arcos. Detrás de esos arcos están los salones donde vimos las exposiciones. La plazoleta fue el punto final del recorrido. Nos regresamos al carro y continuamos nuestra road trip.

Seguimos bordeando la costa norte, observando desde el carro los lindos paisajes que la isla de Saint Kitts nos iba brindando, cuyo personaje principal era el Mar Caribe. Nos tomó una media hora llegar a nuestra próxima parada que era un lugar llamado Blackrocks. El volcán de la isla, llamado Monte Liamuiga, hizo erupción por última vez hace más de 1,800 años, y durante esa erupción la lava que llegó hasta las costas, al hacer contacto con el agua, se solidificó convirtiéndose en roca. Esas rocas de color negro son las que vimos en Blackrocks, las cuales formaban una imagen de contraste al ser azotadas por el oleaje del mar. En el lugar también hay varios quioscos con suvenires de todo tipo y hasta un baño lo cual fue muy conveniente.

Tras la visita a Blackrocks nos pusimos en marcha hacia el sur del país. Conducimos por otra media hora e hicimos una breve parada en el mirador Timothy Hill. Desde ese mirador tuvimos una vista 360° incluyendo el Océano Atlántico, el Mar Caribe, las bahías de Friar y Frigate y la isla de Nevis. Allí también había puestos de vendedores y esta vez aproveché y me compré un imán para la nevera.

El recorrido por la isla lo terminamos en la playa Cockleshell Bay que estaba apenas a unos doce minutos del mirador Timothy Hill. A diferencia de la playa Miami Beach de Barbados, la playa Cockleshell Bay estaba atestada de turistas. La playa es súper bonita, de aguas cristalinas con un tono azul turquesa. En la playa hay dos barras, pero nosotros solo visitamos una llamada Mundo. En esa barra además de cervezas y tragos, también venden comida. En la playa hay sillas y sombrillas, pero nos se cuanto cuestan porque nosotros no reservamos ninguna, nos pasamos metidos en el agua y solo íbamos a la barra a buscar cervezas Carib que, aunque no eran las más frías, estaban buenísimas. Estuvimos en la playa cerca de dos horas y luego nos regresamos al muelle.

En el muelle un grupo artístico entretenía a los pasajeros de los cruceros mientras esperábamos en línea para pasar el área de seguridad del muelle. Tras pasar seguridad subimos al crucero y fuimos al cuarto a darnos un baño. Dimos un breve paseo por el nivel donde está el casino y nos fuimos al área de la piscina desde donde pudimos observar con detenimiento lo grande que es el volcán Liamuiga. Las nubles cubrían la cúpula del volcán y hacía que se viera más impresionante aún.

Tras varias cervezas nos fuimos a ver el atardecer justo al salir de Saint Kitts. Ese atardecer fue el más bonitos de todos los que vimos en los días que pasamos en el crucero. Un cúmulo de nubes le añadió drama a la ya dramática puesta del sol. Ya teníamos hambre y nos fuimos a cenar, pero esta vez no fuimos al acostumbrado bufet, sino que fuimos al restaurante Taste, uno de los varios que estaban incluidos sin costo adicional. Lo bueno de los restaurantes en el crucero Norwegian Epic es que no hay que hacer reservación. Nosotros llegamos al restaurante y en cinco minutos ya nos estaban llevando a la mesa. Esa noche me comí una sopa de cebolla francesa, pasta con carne de res desmenuzada en salsa de vino y de postre un sherbet (un tipo de helado) de frambuesa.

Tras la deliciosa cena nos fuimos a ver el segundo de los shows que estaban incluidos libre de costo, este se llamaba Priscilla Queen of the Desert. Para los shows si hicimos reservación por internet con varias semanas de anticipación. Priscilla Queen of the Desert es un galardonado musical de Broadway basado en la película australiana de 1994 The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert. El musical trata de un viaje de tres divas drag queens que llevan su espectáculo al interior de Australia. Al igual que el primer musical que habíamos visto, estuvo excelente. En este lo más impresionante fue el vestuario de los actores. Y con Priscilla concluimos nuestro día.

El itinerario de los siete días en crucero los puedes ver AQUÍ.